Economía

La iluminación (I)

Por ejemplo, puntos de luz en lugares como vestíbulos y pasillos pueden ser aprovechados para iluminar habitaciones colindantes.
 
Un error muy común
 
También resulta muy importante aclarar la idea equivocada de asociar la intensidad de la luz que proporciona una bombilla con la cantidad de electricidad necesaria para producirla. Así, nos referimos erróneamente de una bombilla de 60 ó 100 vatios (W) como sinónimo de bombilla que produce una cierta luminosidad, cuando, en realidad, el vatio es una unidad de potencia y la luz tiene su propia unidad de medida, el lumen.
 
La eficacia luminosa de una lámpara es la cantidad de luz emitida por unidad de potencia eléctrica (W) consumida. Se mide en lúmenes por vatio y permite comparar la eficiencia de unas fuentes de luz con respecto a otras. La eficiencia luminosa de las bombillas incandescentes se sitúa entre los 12 y los 20 lm/W, mientras que para las lámparas fluorescentes va desde los 40 a los 100 lm/W.
 
Consejos prácticos
 
-Mantenga limpias las lámparas y las pantallas, aumentará la luminosidad.
 
-Para ahorrar en el consumo, coloque reguladores de intensidad luminosa de tipo electrónico, no de reostato.
 
-En vestíbulos, garajes, zonas comunes, etc., es interesante colocar detectores de presencia para que las luces se enciendan y apaguen automáticamente.
 
-Regule la iluminación a sus necesidades y dé preferencia a la iluminación localizada: además de ahorrar energía, conseguirá ambientes más confortables.
 
Con la colaboración del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE): 914 564 900. www.idae.es