Economía

Un dormitorio inspirado

Contar con espacio para jugar es esencial.CAD05/J.
J. Paris/Archivo
Es frecuente que, al menos una vez en la vida, haya que transformar una habitación de la casa en el dormitorio de un niño. El objetivo es siempre hacerla acogedora y divertida, sin olvidar dar respuesta a las necesidades del pequeño.

Una buena idea es optar por un tema en concreto: se puede procurar imitar un campo con flores y mariposas, una estación de bomberos, una pequeña playa o un zoo repleto de animalitos.

Recomendaciones

Hable con el niño. Pregúntele qué prefiere para su habitación. Aunque sea pequeño, tiene sus preferencias y le gustará que le consulte.

Por el mismo motivo, intente que se implique en la creación de su cuarto eligiendo elementos como su colcha o el tono de la pared.

Optar por un tema no significa repetir un motivo hasta la saciedad. Evite llenar una habitación de ositos o mariquitas. ¡Sea imaginativo!

Piense siempre en la perspectiva del niño. A él también tiene que parecerle bonita su habitación desde su altura.

Combine elementos perdurables, como una buena cama, con otros que pueda variar según vaya creciendo, como la pintura de la pared.

Aunque se trate de una habitación pequeña, procure liberar siempre el suficiente espacio como para que pueda jugar a gusto. Si es necesario, sacrifique algún mueble, incluya mobiliario híbrido (mesa bajo litera, por ejemplo) o use escritorios abatibles.