La vida en el negro futuro que nos espera

Carteles de películas de ciencia ficción que hablan del futuro.
Carteles de películas de ciencia ficción que hablan del futuro.
AGENCIAS
Carteles de películas de ciencia ficción que hablan del futuro.

Bienvenido a un día cualquiera dentro de unos cuantos años. Cientos, miles quizás, quién sabe. Vea la vida como un mosaico de detalles de película, viv un día en la que usted es el protagonista. De hecho ya lo ha vivido, pero no es consciente de ello. Hollywood imagina robots asistentes, Internet omnipresente, tecnología miniaturizada, realidades virtuales, y comodidades digitales. Pero no todo son buenas noticias. Empecemos explicando por qué no recuerda ni en qué año vive, y luego el resto.

Adiós a la realidad. Quiénes somos, de qué estamos hechos, existe el mundo que nos rodea o todo es una broma de mal gusto creada para engañar a nuestras mentes. Ya sea por culpa de una rebelión de las máquinas, como en Matrix o porque han alcanzado el grado de perfección de Blade Runner que podemos distinguirlas de los seres humanos. Y si el problema no viene de fuera, quizás lo tengamos dentro, en la azotea. Si juegas con tu memoria acabarás por no saber ni quién eres, como le pasa a Arnold Schwarzenegger en Desafío Total , como a los personajes de Días Extraños. Y tan extraños.

El riesgo genético. Por entretenimiento, competitividad o pura casualidad, la manipulación de nuestra esencia es uno de los grandes peligros que nos esperan a la vuelta de la esquina. ¿El parque de atracciones con animales creados de forma artificial desde el ADN? El futuro que describe Parque Jurásico no está tan lejos, pero también tiene consecuencias nefastas. Morir devorado por un T-Rex o la muerte social por culpa de la discriminación genética, como en Gattaca. Al menos en ese supuesto mundo futuro se mantiene la esencia humana, esa que Jeff Goldblum se deja por el camino en La Mosca. La aparición de este insecto en el momento más inoportuno acaba creando una criatura que combina el ADN de ambos. Porque también en el futuro lo más importante se decide por los detalles.

Es mejor que no toques el reloj. Acaba dejándote un poco tocado eso de saltar de un siglo a otro en pocos segundos. Imagina por qué: te haces con La máquina del tiempo , una un poco más molona que la de Welles, con forma de deportivo por ejemplo. Pero viajas al pasado y acabas huyendo de tu madre, que además intenta ligar contigo porque está en la edad del pavo, como en Regreso al Futuro . Y no olvidemos lo de las paradojas temporales. O la posibilidad de que se te vaya la cabeza: loquito acabó Bruce Willis en 12 monos tras viajar de la gran plaga vírica exterminadora a las trincheras de la Primera Guerra Mundial, irte después a tontear con Madeleine Stowe. Los secretos del reloj prometen emociones.

El Quinto Elemento 200La guerra eterna. Estamos condenados a la violencia, a la muerte, a la guerra. Puede que lo que desate un gran enfrentamiento global no sea una partida de tres en raya, como en Juegos de Guerra , o el alzamiento de una fuerza oscura, como en La Guerra de las Galaxias, Independence Day o El Quinto elemento. Negro futuro incluso con súper seres como Mila Jovovik. Aunque los logremos convivir unos con otros siempre nos quedarán las máquinas para pelearnos. Esclavizados como en Matrix o a punto de ser exterminados como en Terminator, luchando por sobrevivir como en 2001, Una Odisea del Espacio . No hay paz en el futuro de los hombres.

Seremos tan pequeños. No todo es malo, el tamaño del ser humano podrá reducirse hasta límites insospechados para poder emprender por ejemplo Un Viaje Alucinante por el interior de un enfermo cuerpo humano para salvarle la vida a su propietario. Podremos ser tan diminutos como la partícula más pequeña de información, digitalizados como programas informáticos atrapados en el ordenador de Tron.

Ya están aquiiiiiiiiií. Todos nuestros avances tecnológicos, todo ese esfuerzo por desarrollar nuevos artilugios bélicos, no sirven de nada cuando nuestros tímidos vecinos extraterrestres deciden venir a visitarnos. Ya sea por medio de la experiencia mística de Jodie Foster en Contact o con las aterradoras naves de Independence Day, poco podemos hacer para enfrentarnos a ellos. Recurrir a tecnologías obsoletas como el vinilo y acabar con los hombrecillos verdes a base de atormentar sus oídos como en Mars Attack no parece muy probable.  Esperemos que si el momento llega los visitantes tengan la ternura de E.T. o la bienvenida de Encuentros en la Tercera Fase, mucho mejor que la invasión de bichos de Starshiotroopers.

Minority Report 200Windows 3015. Dentro de cientos de años los ordenadores están por todas partes pero desaparecen de nuestra vista, no parecen máquinas o simplemente no aparecen. Las proyecciones sobre paredes o espacios libres y reproducciones holográficas son tan comunes como en Star Wars, y la posibilidad de que el hombre hable y la máquina le entienda, es un clásico que recorre toda la ciencia ficción para la gran pantalla, desde Blade Runner a La Isla. Además el ordenador será pequeño, diminuto, o tomará formas humanas tan perfectas que llegarán a confundirnos. Poco dicen las películas sobre si al final usaremos Windows, Mac o Linux, pero nos presentan interfaces de ensueño, como el de Minority Report, que ya empiezan a ser realidad.

Sí, los coches vuelan. El transporte mejora, mantenga la esperanza, pero no espere librarse de los atascos, que siguen presentes en las aventuras Rick Deckard en busca de replicantes o en las de Korben Dallas, el rey de las croquetas Géminis. Y eso a pesar de que en ambas películas los coches ya vuelan, pero el avance solo eleva el problema de tráfico unos cuantos metros. Consuélese pensando que un alto porcentaje de las historias dan por hecho el viaje interplanetario, muchos contemplan el teletransporte (accidentes incluidos, como en La Mosca) y a menudo gritan eso de "¡Hiperespacio!". La fuente de energía será probablemente nuclear.

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