Dani Rovira confiesa en 'La resistencia' su inocente y efectivo truco para escapar de los paparazis
- El actor y colaborador del programa relató a Broncano cómo conseguía ahorrarse los sellos de las cartas.
- El contundente vídeo de Dani Rovira sobre la pirotecnia: "Ojalá no tiemble de miedo alguien de tu familia".
El actor malagueño Dani Rovira apareció el lunes en La resistencia, en una sección que estaba grabada desde noviembre de 2019, o al menos eso pareció al salir Rovira comentando la pintada en el decorado de Cornbread, el inventor del grafiti, que fue como invitado el pasado noviembre, y sobre todo, porque el vestuario del presentador es el mismo que el de ese día.
Tras su entrada a plató, el monologuista iba dispuesto a hacer su sección habitual en el programa, que consiste en contar pequeñas historias, y comenzó a contar su artimaña para evitar pagar los sellos de las cartas y que lleguen al destinatario deseado.
El sistema era muy sencillo, consistía en escribir la dirección de envío donde el remitente y viceversa, para después introducirla en un buzón lejos de su barrio. Una vez la recogía el cartero y veía que no tenía sello, lo llevaba a la dirección remitente, que en realidad era el destino de la carta.
Tras esta aventura que confesó hacer cuando tenía 13 años, contó una segunda anécdota más reciente y a la que no le faltó su toque de humor.
Rovira había quedado a comer con "una colega" y "no le daba la gana" que le hiciesen fotos. Cuando se dirigía al restaurante se percató de que cuatro motos le seguían y, para asegurarse, dio cuatro vueltas a una rotonda, con los paparazis detrás persiguiéndole.
Tras ver que le seguían, se bajó Plaza España, a pesar de que su destino final era Ópera. Para despistarles, dejó la moto allí. Un "paparazi residente" estaba esperando en el lugar y se sumó a los otros cuatro. Entonces Rovira comenzó a hablar con ellos amablemente.
Mientras conversaban sobre la historia de la prensa rosa, el malagueño iba dirigiendo al grupo andando por la calle y alejándose de la plaza. Entonces, "cuando estabamos a 500 metros de las motos, ¡cogí un taxi!" narró entre risas.