
Por fin he llegado. En el Paseo de Recoletos me está esperando la historia viva del automovilismo mundial. Subo las escaleras del hotel Palace de Madrid, que el próximo día 13 de octubre celebrará su centenario y, a lo lejos, en una dimensión distinta a todo lo que les rodea se encuentran esas tres joyas clásicas de la historia. Destellos de luz carcomidos por el tiempo me deslumbran. Sí, ya los intuyo. ¡Qué preciosidad! Son obras de arte en estático movimiento: el Triciclo Benz de 1886 precede al gran y pionero Ford T de 1910 y el Hispano Suiza 8/10 de 1915. Con ellos el hotel celebra sus cien años de existencia.
La decisión de Benz

Sin embargo, quien decidió pasar de lo abstracto a lo concreto fue Karl Friedrich Benz, que patentó su triciclo en 1886, y todo gracias al motor de explosión que podía llegar a triplicar la velocidad de los carruajes de caballos. Sin embargo, fue su mujer, Bertha Ringer, la aventurera que hizo rodar el coche en la madrugada del 5 de agosto de 1888 junto a sus dos hijos. Partió de Manheim circulando a 16 km/h hasta llegar a Pforzheim, situado a 100 km.
Características: Cilindrada de 980 cc., 1,5 CV de potencia, 230 kg de peso y una velocidad máxima de 16 km/h.
La visión y el empeño de Henry Ford
Lo que en un principio fue un juguete para ricos, con Henry Ford se transformó. Éste introdujo un motor de cuatro cilindros y 20 CV que alcanzaba los 70 km/h. Y lo más importante, rebajó el precio de los 850 dólares hasta los 260 dólares y todo gracias a la utilización de la cadena de montaje utilizando piezas baratas. Es así como en 1908 vio la luz la serie más vendida de la historial del automóvil: El Ford T, también conocido como el Tin Lizzie.

No sólo desarrolló un vehículo barato, sino que Ford también mejoró las condiciones de sus empleados hasta conseguir que fuesen los mejores pagados de la época. Cobraban cinco dólares diarios, casi el doble de la media estadounidense de principios del siglo XX.
Características: Motor monobloque de cuatro cilindros en línea, 2.896 cc, 22 CV a 1.600 rpm, cambio de dos velocidades, 75 km/h velocidad máxima y un consumo medio de 9 l/100.
La gran afición del rey Alfonso XIII

En un primer vistazo, se aprecia la elegancia y la distinción de los Hispano-Suiza. Daban la apariencia de robustez, mezclado con unas gotas de deportividad y unos toques de exclusividad.
Características: Motor de cuatro cilindros en línea con válvulas laterales, 1.847 cc., refrigeración por agua a termosifón y cambio de cuatro velocidades.
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