Habrá un momento en que el mundo optará por los combustibles renovables y Brasil va a poder vender sus automóviles, aseguró Lula al participar durante el fin de semana pasado en el lanzamiento de un nuevo modelo brasileño del fabricante de origen alemán Volkswagen adaptado para la tecnología que permite al conductor usar indistintamente gasolina o etanol.
Brasil es el mayor productor y exportador mundial del etanol fabricado a partir de la caña de azúcar y Lula encabeza una campaña para promover el aumento tanto de la producción como del consumo de este combustible alternativo.
Brasil, que ya cuenta con una importante flota de automóviles propulsada por etanol, también ha desarrollado tecnología de punta en la industria automovilística para el aprovechamiento del combustible vegetal y la mayor parte de los vehículos que vende ya viene adaptada para usar cualquier combustible.
El etanol, sin embargo, encuentra resistencia en Estados Unidos, donde el producto brasileño tiene elevados aranceles, y en algunos países europeos, donde se cuestiona las condiciones de producción del producto en el país.
Según los críticos, los productores brasileños de etanol están invadiendo tierras de la Amazonía para aumentar los cultivos de caña de azúcar y someten a los cortadores de caña a condiciones inhumanas de trabajo.
"El nuevo Gol (que no Golf, es el nuevo modelo de Volkswagen presentado este fin de semana) será motivo de envidia de muchos países que se dicen más desarrollados que Brasil", afirmó Lula al destacar la tecnología de la industria nacional.
Lula recordó que en 2003, en el año que asumió la presidencia, estuvo presente en el lanzamiento del motor flexfuel (que utiliza indistintamente etanol o gasolina) de Gol y que en la época pocos confiaban en esa tecnología.
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