Un catedrático de la Facultad de Ceuta realiza una tesis sobre la fuerza del rumor
- El trabajo cita definiciones y leyes sobre las que se fundamenta el rumor.
- Un rumor no debe exceder en complejidad ni en longitud.
- El estudio recomienda varias estrategias para combatirlo.
- CONSULTA AQUÍ MÁS NOTICIAS DE CEUTA
Sobre la validez de la ley fundamental del rumor, Allport y Postman señalan que la misma se halla sometida a determinadas condiciones que pueden hacerla variar; entre ellas podíamos señalar las siguientes que "no existiría rumor si la población vive atemorizada por el sistema policíaco que lo castiga severamente, que en una comunidad heterogénea (a nivel lingüístico, étnico etc.) el rumor no se propagará, deteniéndose precisamente en las fronteras sociales, y que si una persona que se encuentra en la cadena de transmisión conoce la ley fundamental del rumor, probablemente no lo trasmitirá o lo hará de otra manera".
De acuerdo con Knapp (1944), el rumor ha de presentar las siguientes características: "No exceder en complejidad ni en longitud la capacidad de memoria del grupo en que se da. En General, un rumor fecundo es corto, sencillo e importante; con el paso del tiempo, un rumor termina por cristalizar siempre en una buena historia; por humildes que sean las fuentes originarias, muy pronto es atribuido a una fuente prestigiosa, lo que le concede honorabilidad y apariencia de veracidad; ha de encajar armónicamente con las tradiciones culturales del grupo en cuyo seno circula; y ha de expresar y gratificar necesidades informativas y emocionales de la comunidad".
Asimismo, el rumor atiende a unas leyes básicas: Simplificación, que a medida que se trasmite, tiende a acortarse; Acentuación, que caracteriza el hecho de que si bien determinados detalles del mensaje original desaparecen, otros se hacen más relevantes; y Asimilación, según la cual los sujetos reorganizan los contenidos dádoles buena forma y haciéndolos más congruentes con el tema central.
CONSULTA AQUÍ MÁS NOTICIAS DE CEUTA