Ya no queda ni un solo corresponsal extranjero en el Tíbet
- Las autoridades chinas expulsan a los últimos periodistas foráneos: dos reporteros alemanes.
- Antes habían recibido serias amenazas de funcionarios chinos.
- Tras esto, toda la información internacional sobre la revuelta tibetana se realiza desde Pekín.
Ambos periodistas habían desoído durante varios días las exigencias de la policía local de que abandonaran el país, pero finalmente y tras la amenaza de ser expulsados no sólo de Tíbet sino de China, decidieron acatar las órdenes. Previamente, habían sido expulsados de Lhasa el corresponsal de la revista 'Economist' James Miles y varios periodistas de Hong Kong.
El último reportaje
En su edición de este jueves, el diario berlinés 'TAZ' incluye un amplio reportaje de Blume en el que recoge las declaraciones de un joven tibetano que participó en las manifestaciones sangrientas de la semana pasada.
El testigo relata que una vez que se desencadenó la cólera no hubo contención y todas las tiendas que se sospechaba que podían ser propiedad de chinos fueron asaltadas e incendiadas. El citado joven sostiene que China es "el peor país del mundo" y que los empresarios chinos explotan a los tibetanos.