Murcia

Acusan a una clínica de Alcantarilla de dejar los muertos en un trastero

Un operario trabaja con un féretro.
20MINUTOS.ES

Tenía 83 años y le fallaron los pulmones. Así murió Bernardo Amor en la clínica San José de Alcantarilla (Murcia). Tras la muerte, los hijos pasaron a ver a su padre, y lo encontraron en una habitación "llena de trastos, ropa sucia y camillas viejas", según explicó a este diario la familia.

Entre lloros, lágrimas y una profunda desesperación, los familiares de este murciano de toda la vida solicitaron poner una reclamación al centro. "No tenemos ninguna queja de la atención médica, pero meter a mi padre en esa sala no tiene perdón de Dios", explicó con resignación Juan Amor Martínez, hijo de Bernardo.

Por su parte, el gerente de la clínica privada San José de Alcantarilla, Diego Cazorla, explicó a 20 minutos que la sala donde se guardó al fallecido es provisional y está totalmente desinfectada. Además, "a familia se puso muy agresiva e insultó al personal".

"Muchos años así"

No se trata de una queja aislada de la familia de Bernardo. Los directores de varios tanatorios de Murcia reconocen que la sala mortuoria de esta clínica lleva muchos años en estas condiciones y entienden que las familias de los fallecidos se quejen. "Esa sala está de pena. Casi no tiene espacio por los trastos y hay que sacar al fallecido al pasillo para poder meterlo en la caja", explicó un funerario que pidió no ser identificado.