Elevan a seis los islamistas suicidas que iban a atentar
La detención de los 14 presuntos terroristas de origen islámico se precipitó y se ejecutó la madrugada del viernes al sábado tras el relato de un testimonio protegido, colaborador de los servicios secretos de Francia y al que se le dio máxima credibilidad. «No podemos arriesgarnos a una investigación con suicidas y que se produzca un atentado», afirmó el director de la Guardia Civil, Joan Mesquida.
Además, aseguró que en el futuro se harán «muchas actuaciones» preventivas para atajar posibles atentados. La cantidad de explosivos hallados en el Raval hace presumir que la célula estaba entrenándose, lista para actuar de forma inminente.
El Ajuntament pidió tranquilidad. Mossos y operadoras de transportes afirmaron que la seguridad en el metro es la adecuada, aunque está en pleno plan de refuerzo de la seguridad. En breve, instalarán 525 papeleras con bolsas transparentes asidas a un aro para controlar paquetes sospechosos. Ahora ya hay puestas 250. El suburbano suma 2.600 cámaras de vigilancia y prevé casi doblar la videovigilancia en sus trenes, con 650 cámaras más en tres años.
Mantener la convivencia
El Consell Islàmic reiteró ayer que trabajan para mantener la convivencia de la comunidad paquistaní en Barcelona. Mostró su confianza en la justicia y pidió que no se criminalice al colectivo. Hay 30.000 paquistaníes en Catalunya. Los comerciantes del Raval afirman que la situación en el barrio es tranquila. El encarcelamiento de 10 de los 14 detenidos del sábado tiene una vertiente política. CiU acusó al conseller de Interior, Joan Saura, de no «enterarse de nada» por afirmar que no había «objetivos concretos». El PP pidió el cese de Saura.