El Ayuntamiento asegura que no habrá cortes de agua de consumo doméstico

La segunda teniente de alcalde de Barcelona, Imma Mayol, ha asegurado que las medidas "paliativas y estructurales" impulsadas por la Generalitat --por valor de más de 100 millones de euros-- "garantizarán" que la capital catalana no registre cortes del suministro de agua doméstica debido a la sequía.

Para incrementar el ahorro, el ayuntamiento tiene previsto reutilizar el agua procedente de la depuradora de El Prat de Llobregat (Baix Llobregat) para el riego de parques y jardines y en tareas de limpieza, lo que supondrá la construcción a partir de la próxima primavera de una tubería de cinco kilómetros y que llevará hasta un depósito ubicado en la montaña de Montjuic un caudal de 1.000 metros cúbico de agua diarios.

Mayol ha asegurado que aunque la ciudad se encuentra en uno de los periodos de sequía "más graves" de su historia, con un grado de excepcionalidad 1, se están tomando las medidas adecuadas para paliar sus efectos.

"El presente es complicado pero el futuro es esperanzador, ya que con las obras que se están ejecutando y las obras alternativas al Plan hidrológico, tendremos las aportaciones hídricas suficientes para toda el área metropolitana", ha dicho Mayol, quien ha señalado que los depósitos del puerto que podrían recoger el agua traída en barcos, si fuera necesario, estarán acabados antes del verano.

Campaña de sensibilización

La teniente de alcalde se ha mostrado más partidaria de las plantas desalinizadoras que de ejecutar trasvases, como propone CiU desde el Ródano, y ha recordado a los nacionalistas que mientras gobernaron no realizaron obras estructurales que permitieran la llegada a Barcelona de nuevas aportaciones de agua.

Mayol ha anunciado que el consistorio va a poner en marcha una campaña de sensibilización del consumo responsable, principalmente dirigida a los grandes consumidores de la ciudad: hoteles, equipamientos y escuelas para intentar mejorar la eficiencia.

La tercera teniente de alcalde ha destacado el alto grado de concienciación de los barceloneses que ha permitido reducir el consumo doméstico de agua hasta los 110 litros por ciudadano y día --según datos de los meses de noviembre y diciembre de 2008-- frente a los 118 litros de anteriores mediciones.

Estas cifras sitúan a Barcelona como la quinta ciudad europea que menos agua consume --según un estudio del Urban Ecosiyteme Europe hecho sobre 31 municipios-- tan solo por encima de Amberes, Bruselas, Heideberg y Dresde, en una lista donde Madrid ocupa el puesto número 11, y que refleja que los hogares de la capital catalana gastan menos de la mitad de agua que los de Roma o París.