Calidez a la luz de la lumbre
Instalar una chimenea en casa es siempre un acierto. Aporta confort extra a la calefacción convencional y, además, tiene la ventaja de ser una pieza decorativa clave de cualquier estancia.
La chimenea suele ser el foco principal en la decoración de una habitación y obliga al resto de elementos a disponerse según su ubicación. Sólo hace falta imaginarse una reunión de amigos charlando a la luz del fuego. El glamour, la calidez y el relax de las llamas no tienen rival.
Muchas posibilidades
Existen diferentes tipos de chimeneas. Por un lado, están las que se revisten de ladrillo, mármol o piedra, generalmente de estilo rústico y precio asequible. En segundo lugar, las que sólo necesitan la perforación en la cubierta de la vivienda para la salida de humos, ya que quedan totalmente a la vista. El tercer grupo es el de las calefactoras: a través de una cámara se hace circular agua o aire, que, a su vez, es distribuido por radiadores o conductos de aire por todas las estancias de la casa.
También han salido al mercado unas innovadoras chimeneas ecológicas, que no necesitan conductos de humo ni complicadas instalaciones y que cuentan con un atractivo añadido: el etanol desnaturalizado, una energía renovable y limpia en su combustión que no genera residuo alguno.