Artes

Polveras, pitilleras y neceseres 'art déco', la sofisticación de los años veinte hecha lujo

'Polvera helecho', creada en esmalte, diamantes, oro y platino en torno al año 1929
Photo: Doug Rosa - Courtesy of Museum Cooper Hewitt

El art déco irrumpía como un lenguaje creativo listo para renovar el arte del nuevo siglo, un caudal de vivacidad, hedonismo y frivolidad. La naturaleza, el novedoso diseño de las máquinas y los rascacielos, las culturas de Oriente Medio y Extremo Oriente... La belleza sencilla y sin más pretensiones que el disfrute estético se reflejó en enseres personales, muebles, arquitectura, diseño gráfico, escultura, pintura.

En los más de 100 extraordinarios ejemplos de la exposición Jeweled Splendors of the Art Deco Era: The Prince and Princess Sadruddin Aga Khan collection (Esplendor enjoyado de la era art déco: colección del príncipe y la princesa Sadruddin Aga Khan), hay lujosas pitilleras, neceseres, polveras, relojes de mesa. Creados en Europa y los EE UU entre 1910 y 1938, los objetos son un viaje en el tiempo a aquello que sorprendió en aquellas primeras décadas por ser rabiosamente moderno.

El museo Cooper Hewitt de Nueva York —propiedad del Smithsonian y especializado en diseño— expone el conjunto de piezas hasta el 27 de agosto. Entre ellas hay creaciones de reputadas casas de joyas como Cartier, Bulgari, Boucheron, Van Cleef & Arpels y Lacloche Frères. La expresividad artística se une al virtuosismo técnico y piedras y metales preciosos. Hay cajitas adornadas con aves de estética persa, dragones chinos, crisantemos...

Los organizadores de la exposición destacan de entre ellas una polvera de Cartier con la esbelta figura de una pantera recortada sobre un paisaje selvático creado con nácar, rubíes, turquesas, diamantes, oro y platino. Creada en 1925 para la Exposición Internacional de las Artes decorativas de París, el carácter colorido y exótico la convierte en el ejemplo ideal de la estética de los años veinte.

Más de tres décadas de obsequios

El artífice de la colección fue el príncipe Sadruddin Aga Khan (1933-2003). Hijo de un sultán de la India, de madre francesa y nacido en París, combinó una carrera diplomática —ocupó en la ONU el puesto de Alto Comisionado para los Refugiados— con una profunda preocupación por el medio ambiente.

Amante de los idiomas y siempre conciliando sus dos orígenes, Aga Khan amasó además una de las mejores colecciones privadas de arte islámico y fue un gran promotor de las artes. Las pitilleras, polveras, relojes y demás artículos de ensueño art déco fueron regalos personales que durante más de tres décadas hizo a Catherine Aleya Beriketti Sursock (Alejandría-Egipto, 1938), su segunda mujer.