Segovia

Pan para hoy, hambre para mañana

Mal partido el que se vivió en la tarde de ayer en La Albuera. Pese a todo, los locales ganaron y siguen estando el los puestos de promoción a 2ª División B.
JONATHAN GIL MUÑOZ

El juego de la Gimnástica Segoviana no pasa por su mejor momento, eso ya lo sabemos todos, pese a ello sigue sumando puntos, ganando sus dos últimos choques ligueros. Las sensaciones no son buenas y parece sólo cuestión de tiempo que los resultados vuelvan a empeorar. En la tarde de ayer, los azulgranas se midieron al C.D. Becerril al que terminaron venciendo por 2-0, un marcador que para nada refleja el mal fútbol que practicaron los segovianos.

Al mal fútbol, buena cara

Parece que el refranero español también se puede aplicar al fútbol, al menos al de la Segoviana. El mal fútbol lo pusieron los jugadores de la Gimnástica y la buena cara los numerosos seguidores que se llegaron hasta La Albuera que vieron cómo a pesar del pésimo espectáculo su equipo sumaba otros tres puntos que le permiten seguir dentro de los puestos de play-off. Y es que los segovianos siguen cuartos a tan sólo tres puntos del Arandina, que esta jornada perdió en casa contra el At. Bembibre.

Pero vayamos a lo que fue el partido. Casi podríamos olvidarnos de la primera parte para esta crónica, si no hubiera llegado en los primeros 45 minutos el primer gol del partido. Le bastó muy poco a la Gimnástica Segoviana para adelantarse en el luminoso. A los siete minutos del pitido inicial Agustín le mete un pase en profundidad a Mato que se queda sólo frente a Ortega quien lega a tocar el balón sin poder despejarlo.

Una segunda parte sufrida, y contra nueve

La segunda parte fue un poco más movida, aunque el juego seguía siendo bastante tosco. La Segoviana buscaba el segundo gol que le diera tranquilidad y dar así el partido por ganado, pero le costó mucho conseguirlo. Fue en el minuto '90 de juego, y contra un C.D. Becerril con nueve. Un muy buen pase de Mato entre líneas que Calleja aprovecha para plantarse en el área y disparar un balón cruzado y raso que, dando saltos, toca el palo largo y entra.

Durante los minutos anteriores hubo ocasiones de todos los colores en las botas de los jugadores de la Gimnástica Segoviana. Remates al palo, como el de Lobera o Anel, remates casi bajo el travesaño que se fueron fuera como el de Barto o Jonathan y un penalti tirado por Mato que Ortega paró en el minuto nueve de la reanudación. Son tres puntos que saben a gloria; pero poco más.

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