La Rioja

Los refugiados "van a ser nuestros vecinos y nos tenemos que preparar para convivir con ellos"

Charla en la Universidad de La Rioja
UR

En una entrevista concedida a Europa Press, Lapresa ha constatado cómo se trata de "personas normales que necesitan un empujoncito". Pero, ha constatado, "para eso primero hay que traerlos" y las cifras de los que están llegando a España "son ridículas".

Lapresa ha estado año y medio ayudando a los refugiados que llegan a Bolzano, localidad situada en el Tirol del Sur (Italia) y hoy, en la Universidad de La Rioja, ha acercado sus vivencias a los estudiantes de la asignatura 'Educación para la Convivencia', del Grado de Educación Primaria.

Convivir con refugiados es, ha dicho, una realidad "que está aquí" y que "tarde o temprano va a llegar". Son personas, ha relatado, que "transmiten mucha tristeza" y este fue el aspecto que más le llamó la atención, junto a su juventud. "La mayoría de los 130 tenían entre dieciocho y treinta años".

"No te puedes ni imaginar las barbaridades que cuentan, su frustración porque se enfrentan a un sistema que no es justo y no les da la oportunidad a la que tienen derecho por ley; ves que se les aparta en estos centros cuando van a ser nuestros vecinos".

Entre las actividades que desarrolló en Italia se encontraba "preparar" a los vecinos autóctonos para que se "acostumbren" a ver a los refugiados; "que no muerden". Una vez conseguido, se establecía un clima de colaboración entre ambos.

UNA REALIDAD NO ACOSTUMBRADA

Su día a día se encontraba dentro de un proceso para hacer "más llevadero" el proceso a estas personas, y facilitar su "integración" mientras "se quedan apartadas en el centro".

Se trataba desde "sostenerles" a la hora de tramitar los documentos para poder quedarse en el país hasta enseñarles el idioma (esa zona es bilingüe con Alemán e Italiano), impartirles cursos y ayudarles a encontrar un trabajo.

Su experiencia fue "difícil", ha reconocido. "Ves una realidad a la que no estás acostumbrada", ha dicho.

En Bolzano, con 500.000 habitantes había 1.400 refugiados. Unas cifras que le han servido para calificar de "ridículas" las de refugiados que están llegando a España "con cuentagotas".

Se trata de "dejar de ver sólo lo duro de quienes se quedan en el mediterráneo; ver más allá" a la realidad de "quienes tienen suerte y sobreviven".