Subastadas cartas de la princesa Diana de Gales a un mayordomo donde habla de sus hijos
- Uno de los lotes de más éxito, que se adjudicó por 3.200 libras (3.700 euros), por encima del precio estimado.
- También se subastaron otros objetos reales como un pastel de la boda de Isabel II en 1947, todavía en su caja.
- Salen a subasta tres vestidos de la princesa Diana de Gales, uno por 58.000 euros.
Varias misivas escritas por la fallecida princesa Diana a un antiguo mayordomo real sobre sus dos hijos, los príncipes Guillermo y Enrique, fueron subastadas este jueves en Inglaterra en una puja de objetos relativos a la monarquía.
Uno de los lotes de más éxito, que se adjudicó por 3.200 libras (3.700 euros), por encima del precio estimado, fue una carta en la que la princesa explica a Cyril Dickman, que estuvo empleado medio siglo en la Casa Real, que Guillermo es muy atento con su nuevo hermanito.
La carta, ofrecida junto con otros cuarenta lotes por la casa de subastas Cheffins de Cambridge, responde a la tarjeta de enhorabuena que Dickman envió al príncipe Carlos y a su esposa por el nacimiento de Enrique, el 15 de septiembre de 1984.
"Guillermo adora a su hermanito y se pasa el tiempo inundando a Enrique con un interminable suministro de abrazos y besos, ¡apenas deja que los padres se acerquen!", escribe la madre.
Otros lotes, que se subastaron por cantidades similares, incluyen una carta del 17 de octubre de 1992, igualmente manuscrita, en la que Diana explica que, aunque sus dos hijos lo pasan bien en el internado, Enrique "se mete constantemente en problemas".
También se subastaron otros objetos reales, como fotografías de varios miembros de la realeza, tarjetas de Navidad firmadas por la reina Isabel II y su esposo, el príncipe Felipe, y un pastel, todavía en su caja, de su boda en 1947.
Los objetos fueron subastados por los herederos de Dickman, que empezó a trabajar en el palacio de Buckingham, en Londres, durante la segunda Guerra Mundial y, según Cheffins, era uno de los empleados más apreciados por la familia real, e inspiró el personaje de Anthony Hopkins en la película "Lo que queda del día".