Valladolid

Ingerimos al año 100 kilos de comida más de lo recomendable

Nos gusta comer mucho y eso no es saludable. Seis de cada diez habitantes adultos de Castilla y León tienen sobrepeso y obesidad, una cifra que se reduce algo, aunque sigue siendo muy alta, entre los menores de 24 años, con un 37% con este problema.

Así lo pone de manifiesto un estudio de la empresa NutriCare que analiza la dieta de los ciudadanos de la región. «Hay claros y oscuros, pero se ingieren demasiadas grasas saturadas, las causantes de enfermedades graves», reconoció el médico Pedro Manuel Ramos.

Según él, aquí se comen 100 kilos más de alimentos de lo recomendable por persona y año y, además, no se quema ese exceso. «Hay que coger menos el coche, el ascensor y caminar más», añadió.

Entre esos excesos se encuentra mucha cantidad de bollería (17 kilos por persona y año), refrescos (31 litros por persona y año) y carne y derivados (68 kilos cuando lo recomendable sería entre 24 o 25 por persona y año).

A pesar de estos datos negativos, la comunidad es la segunda de España en consumo de pescado con 36 kilos por persona y año y en frutos secos (2,2 kilos frente a los 3 recomendados). Ambos alimentos son los encargados de promocionar las grasas beneficiosas.

Aun así, nos faltan legumbres, hortalizas y verduras en la dieta, principales aportadoras de fibra. «Lo bueno sería consumir más alimentos de la tierra, pero de la tierra de verdad, de los que crecen en ella», finalizó Ramos.

Sin tiempo de comprar ni cocinar

Una de las situaciones que ayudan a aumentar el sobrepeso es la falta de tiempo para comprar comida y prepararla. Así, el doctor Pedro Manuel Ramos afirmó que antes la compra se hacía casi a diario y en la actualidad es incluso una vez al mes. «Eso evita que se adquiera toda la fruta necesaria y aumenta el número de productos precocinados en el carro de la compra», informó. Además, los padres pasan menos tiempo con sus hijos, sobre todo a la hora de las comidas. «Pocas veces toda la familia se sienta a la mesa junta. Eso impide que se transmitan los hábitos saludables a los hijos», finalizó.