Sevilla

Corpus de sol y calor para acompañar La Cena

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Caco Rangel
Los niños carráncanos abrieron, como cada año, la comitiva de una mañana de bochorno en la que otros sevillanos partían de puente rumbo a las playas. La sobriedad del desfile se mezcló con el murmullo de los niños y el agitarse de los abanicos. Ya al mediodía, cuando se recogió el sacramento, el termómetro marcaba 30 grados.