Cinco pueblos de España para viajar a la Edad Media

  • Albarracín cuenta con un cinturón amurallado y un imponente castillo, todo ello envuelto por la naturaleza de la Sierra del mismo nombre.
  • En Frías, las casas se van apiñado en estrechas y empinadas calles, agrupadas en forma de Casas Colgadas.
  • En la Costa Brava, Tossa de Mar conserva casi todo el perímetro amurallado.
El hermoso pueblo burgalés de Frías, desde la Torre del Homenaje.
El hermoso pueblo burgalés de Frías, desde la Torre del Homenaje.
FLICKR/Falstaf
El hermoso pueblo burgalés de Frías, desde la Torre del Homenaje.

Calles estrechas, murallas, iglesias, castillos... vestigios de otra época que se funden con tradiciones y leyendas. Viajar por España es un tropezar continuo con vestigios de la Edad Media. Hay muchísimas poblaciones que aún mantienen sus cascos históricos en un estado de conservación impecable y que son visitados los fines de semana y en vacaciones por miles y miles de turistas. Hay muchos, por supuesto, pero esta vez Escapadarural ha elegido cinco.

Albarracín (Teruel)

Al aterrizar en el municipio medieval de Albarracín, en Teruel, declarado Monumento Nacional en 1961, observamos un escenario trazado por estrechas callejuelas, pasadizos y muros empedrados que roban la atención de cualquiera que pase por aquí. Cuenta con un cinturón amurallado que data del siglo X y un imponente castillo levantado sobre un peñasco, todo ello envuelto por la naturaleza de la Sierra de Albarracín.

Entre sus abundantes monumentos recomendamos descubrir la catedral, originaria del siglo XI; la Iglesia de Santa María; el Palacio Episcopal; la casa inclinada de la Julianeta o la torre de Doña Blanca, entre otros. Además, el pueblo invita a practicar la pesca en el río Guadalaviar, uno de los ríos trucheros de España, a pasear por los recorridos señalizados de senderismo y rutas de bicicleta de montaña, o a disfrutar de actividades como barranquismo, escalada, tiro con arco o paseos a caballo.

Olvera (Cádiz)

Su casco urbano, declarado Conjunto Histórico-Artístico, está repleto de pequeñas plazas y fachadas señoriales. Es de visita obligada el castillo árabe, levantado en el siglo XII con muros y torreones en buen estado de conservación, y la iglesia neoclásica, ambos monumentos dominando las pequeñas calles de trazado irregular que homenajean su raíz islámica.

Este destino también propone una visita al museo 'La Frontera y los Castillos', un espacio inaugurado en 1999 y dedicado a mostrar las frontera como espacio de guerra. Para satisfacer el paladar, especialidades como el aceite de oliva, tortas de masa mojadas en miel, patatas zapateras, pajarilla a la plancha, sopa de tomate o solomillo relleno.

Frías (Burgos)

Este pequeño pueblo burgalés debe su origen a Alfonso VIII quien, a comienzos del siglo XII, lo erigió sobre la roca con el fin de protegerlo y repoblarlo. Ofrece al visitante atractivos como el Castillo de Frías y la Iglesia de San Vicente, que presiden el Conjunto Histórico Artístico. En torno a estas edificaciones, y salvando la pendiente del cortado rocoso, se apiña las casas, organizadas en estrechas y empinadas calles por las que pasear y agrupadas en forma de Casas Colgadas.

También destaca el Puente Medieval, de 1181, su torre, construida en 1396 para cobrar el pontazgo como impuesto, la Iglesia, el Humilladero y el Puente Romano, que se encuentran en el barrio de Tobera, donde además se encuentra el Paseo del Molinar, con sus sucesivos saltos de agua. Tras un intenso día turístico se puede degustar un asado en algunos de los establecimientos con vistas al castillo y al Parque Natural Montes Obarenes.

Tossa de Mar (Girona)

Su belleza y su gran bagaje histórico le han valido para ser uno de los destinos de visita obligada de la Costa Brava, en la costa de Girona, a medio camino entre Barcelona y la frontera francesa. La localidad congrega estrechas callejuelas, playas, acantilados, pinares, arte, gastronomía y propuestas de ocio.

El paseo por este hermoso museo al aire libre comienza en su Vila Vella ('villa vieja'), catalogada como monumento histórico-artístico nacional, que conserva casi todo el perímetro amurallado –construido entre los siglos XII y XIV para defender a la población local de las incursiones piratas–. En la muralla se alzan tres grandes torres cilíndricas de defensa y, desde lo alto de estas atalayas, una hermosa panorámica de la bahía.

Buitrago del Lozoya (Madrid)

Muy cerca de la capital, en la Sierra Norte de Madrid, a una altitud de 974 metros sobre el nivel del mar, está Buitrago del Lozoya. Fue declarada Conjunto Histórico-Artístico y Bien de Interés Cultural gracias a su espectacular recinto amurallado de origen árabe que rodea el casco histórico, "el mejor conservado de la Comunidad de Madrid", según Turismo de Madrid.

El castillo data del siglo XIV y fue residencia del Marqués de Santillana y su familia. Su construcción en ladrillo y mampostería propia de la arquitectura mudéjar y sus siete torres fortificadas, trasladan al visitante a la época feudal y le convierte en dueño y señor por un día. Por cierto, este castillo sirve de escenario, cada verano, del Festival Marqués de Santillana de música clásica y antigua. Su patrimonio también incluye la iglesia de Santa María del Castillo, el museo Picasso o el Puente Viejo.

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