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Cinco años de litigio para poder usar el dibujo de un pene como firma en documentos oficiales

Un australiano consigue que le admitan un pene como firma.
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Jared Hayams ha llevado una broma que comenzó hace cinco años hasta sus últimas consecuencias.

Este joven de Melburne pensó que "sería gracioso poder firmar con un pene", pero la gracia se complicó cuando las compañías e instituciones en las que había realizado la firma le llamaban quejándose.

"Cuando hice la firma saltó el ventilador extendió la mierda. Recibí llamadas y cartas que me decían que no podía tener esa firma. En ese momento pensé, esto es interesante, ¿por qué no?", dice.

En ese momento Jared tomó la decisión de estudiar Derecho ara defender el garabato ante las autoridades australianas.

Después de haber recibido la última negativa legal el pasado 8 de enero, finalmente Jared se ha salido con la suya  podrá firmar con orgullo con el garabato.