Juzgan a una mujer en Lugo por perseguir a su marido tras sorprenderlo en el coche con otra
- Una mujer fue acusada de cuatro delitos, entre los que se encuentran coacción y conducción temeraria, por los que piden tres años y medio de cárcel.
- Los hechos que ocurrieron en 2010 y la acusación particular pide el ingreso de la vecina lucense en un centro porque tiene un trastorno depresivo.
Una vecina lucense, D. F. G de 48 años de edad, fue juzgada este jueves porque, según el fiscal que lleva el caso, persiguió el coche de su marido el pasado 24 de julio de 2010 que iba con una mujer. La acusación pública mantiene que, además de seguir el vehículo del hombre — del que ya está separada — a gran velocidad, llegó a impactar contra su automóvil hasta en cuatro ocasiones.
La mujer iba en su vehículo con el hijo de la pareja, de seis años, cuando ocurrieron los hechos. Se enfrenta a cuatro delitos por los que la pena podrá ascender a tres años y medio de cárcel. Si la petición prospera, la acusación deberá permanecer cuatro años lejos de su ex marido.
El fiscal pide año y medio de cárcel por conducción temeraria y la retirada del carné durante tres años; por coacción, la pena serían nueve meses de cárcel y por último, por amenazas, le reclaman once meses de prisión. La acusación particular pide su ingreso en un centro "porque tiene un trastorno depresivo y coeficiente intelectual en el límite de la normalidad".
Persecución por la A-6
La persecución comenzó por varias calles de Lugo en donde la mujer llegó a impactar su coche contra el de su marido y su acompañante cuando se encontraban detenidos en un semáforo. Pero no se limitó al casco urbano, siguió por la A-6 en dirección al municipio de Rábade a una velocidad de más de cien kilómetros por hora. En el trayecto, supuestamente volvió a impactar con el vehículo de los perseguidos.
El automóvil de la pareja estuvo a punto de salirse de la vía y el marido avisó a Tráfico. Según el fiscal, la acusada puso en peligro su vida, la de su hijo y la de las otras dos personas. Y el caso no se quedó allí ya que, como recoge La Voz de Galicia, el instructor del caso aseguró que el 3 de agosto de 2010, cuando ya la acusada se encontraba en trámites de separación de su esposo, para «intentar torcer su voluntad y disuadirlo» lo llamó insistentemente por teléfono diciéndole que si no le daba otra oportunidad iba a suicidarse con el hijo.
El periódico gallego también muestra unas declaraciones de la mujer que señala que «no sabía que salía con otra. Iba de compras con mi hijo y me dijo: mira a papá con una señora dándose besos. Fui detrás pitándoles para que pararan».