Los robots, de 1,5 metros de alto, son manejados por control remoto por un médico. Los médicos pueden mirar a los pacientes gracias a una cámara montada sobre el robot, mientras que éstos pueden ver a sus doctores por medio de una pantalla en la "cara" de los robots.
Los pacientes pueden ser preguntados por sus médicos y leer sus expedientes médicos - viendo una prueba de rayos X o los resultados de otras pruebas.
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