Valladolid

León de la Riva se despide como alcalde por carta tras 24 años en el Ayuntamiento

León de la Riva, en su última rueda de prensa como alcalde de Valladolid
EUROPA PRESS

El ya exalcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, que este viernes ha delegado sus funciones en la primera teniente de alcalde, Mercedes Cantalapiedra, ha remitido una carta a los medios de comunicación, que también publicará en las redes sociales, para despedirse de su "cargo corporativo" tras 24 años en el Ayuntamiento, 20 de ellos como alcalde.

A continuación, remitimos el contenido íntegro del escrito:

Queridos/as vallisoletanos/as:

Después de veinticuatro años en el Ayuntamiento de Valladolid, veinte de ellos como Alcalde, y de siete victorias electorales consecutivas, ha llegado el momento de decir adiós. No a Valladolid y a los vallisoletanos, sino al cargo corporativo.

Las elecciones del pasado 24 de mayo han alterado sustancialmente la situación política en España y perfilan un horizonte inestable, que emborrona el futuro de la convivencia democrática si los responsables políticos que hemos elegido en las urnas no anteponen los principios democráticos a la ambición partidista.

El Partido Popular (PP) y el Partido Socialista (PSOE), los dos grandes partidos con capacidad para vertebrar la nación, han perdido la confianza de muchos españoles; si bien, el PP sigue siendo la lista más votada en los grandes municipios, el PSOE ha retrocedido de una forma preocupante, arrollado por movimientos populistas, con propuestas utópicas y radicales que, de llevarse a la práctica, quebrarían derechos ciudadanos y arruinarían la economía española. Es el momento de tomar una postura crítica, escuchar más aún a la ciudadanía y adoptar los cambios precisos para reconducir esta situación.

¿Qué Valladolid queremos? Nuestra ciudad no es ajena a esta situación ¿Puede presentarse como triunfador quien ha llevado a su partido a obtener los peores resultados de la historia en estas elecciones? ¿Piensa gobernar en contra de los 60.000 vallisoletanos que depositaron su confianza en el PP, el más votado en la consulta?

Considero que una acción política responsable no debería asentarse exclusivamente en la obsesión por desalojar al PP de todas las instituciones públicas, sin que importe el precio que se deba pagar para conseguirlo. Aún estamos a tiempo de evitar el sectarismo y de aplicar el sentido común y la responsabilidad democrática en el Ayuntamiento de Valladolid. Por eso, hago un llamamiento de todos los cargos electos, sin distinción de siglas, para que la ciudad sume y no divida. Para que antepongan el bien común a la ambición personal y partidista, y acuerden un gobierno municipal de máximo consenso, para todos (y no sólo "para la mayoría"), sin discriminaciones ni exclusiones.

Me marcho, pero dejamos nuestro sello en la transformación que ha tenido la ciudad. En 1995 recibimos un Ayuntamiento con 168 millones de euros de presupuesto, 20 millones de euros en metálico, una deuda de más del 87% y un valor patrimonial de 223 millones de euros; y el día 13 de junio entregaremos un Ayuntamiento saneado, con 300 millones de euros de presupuesto, más de 60 millones de euros en metálico, una deuda inferior al 50% y un valor patrimonial de 436 millones de euros. Es decir, el Ayuntamiento vale ahora casi el doble de lo que valía hace veinte años, tiene el triple de dinero en caja, mayor presupuesto en ejecución y mucho menor endeudamiento. Y, todo ello, con una presión fiscal municipal inferior a la media española.

Pero la buena gestión económica no nos ha hecho olvidarnos de las personas, que han sido nuestra prioridad en todos estos años. Los servicios sociales se mantienen sin listas de espera. Hemos creado una red de atención social, con un albergue de indomiciliados, un centro de atención al inmigrante, un centro de ayuda a la dependencia, un nuevo comedor social y 120 unidades de estancias diurnas; hemos abierto 13 centros cívicos y un espacio joven; hemos duplicado las escuelas infantiles; hemos impulsado la construcción de más de 7.000 viviendas protegidas; hemos creado 60 instalaciones deportivas; hemos cedido 90 locales a asociaciones de la ciudad de todo tipo; hemos abierto nueve bibliotecas y nueve puntos de préstamos de libros; hemos construido más de 80 kilómetros de carril-bici*

La apuesta por la cultura y la modernidad ha sido incuestionable: Archivo Municipal; Teatro Calderón, Laboratorio de las Artes de Valladolid (LAVA), Cúpula del Milenio, Museo de Arte Contemporáneo Patio Herreriano, Museo de la Ciencia, Museo de Colón, Museo del Toro y diversas salas de exposiciones. El turismo en Valladolid ha crecido por encima de la media nacional. Las fiestas han cambiado a mejor, y no sólo en las fechas.

Hemos hecho de Valladolid una ciudad limpia y comprometida con el medio ambiente, con una contaminación atmosférica ejemplar. Las zonas verdes se han multiplicado por tres, hemos recuperado las riberas de nuestros cauces públicos y hemos construido más puentes y pasarelas. Comenzamos la operación ferroviaria del soterramiento, que confío siga adelante en los mismos términos planteados. Lideramos en España la apuesta por el coche eléctrico y la innovación. Nuestra Policía Municipal y nuestro transporte público son un referente nacional e internacional. Entre otras muchas cosas.

En definitiva, Valladolid es hoy una ciudad moderna, dinámica, acogedora, con gran calidad de vida, segura, limpia, con más y mejores servicios, con proyección internacional, cosida y en funcionamiento.

Pero esto no es sólo obra mía y de los distintos equipos de Gobierno que he dirigido, sino que es obra de la suma de todos. Por eso, quiero dar las gracias a distintas instituciones, empresas, asociaciones, patrocinadores y colaboradores; a los funcionarios del Ayuntamiento de Valladolid y a mi equipo de trabajo; a los Medios de Comunicación; a mi familia y, en definitiva, a todos los vallisoletanos. Gracias de corazón.

Siempre he estado vinculado a Valladolid, y lo seguiré estando. Es la ciudad en la que nací hace ya mucho tiempo; en la que estudié y formé mi familia; en la que ejercí mi profesión de docente y ginecólogo; y de la que he sido alcalde durante los últimos veinte años. Amo profundamente Valladolid, hasta el punto de haberle dedicado una parte sustancial de mi tiempo y de los desvelos de mi vida de madurez, muchísimo más allá, créanme, de lo que se entiende por "política".

Ayer renuncié a mi condición de Alcalde en funciones, pero no a Valladolid, a la que he defendido incluso por encima de mi propio partido. Y si alguien considera que la experiencia acumulada en estos años al frente del Consistorio puede ser útil para mejorar la ciudad, puede contar con mi entera disposición.

Se despide afectuosamente, Francisco Javier León de la Riva

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