Hemingway se encargó de que fuera famosa en todo el mundo; o más que la ciudad, sus Sanfermines. Pero Pamplona vive todo el año y es mucho más. La parte antigua de la capital de Navarra nos descubre una ciudad medieval de estrechas callejuelas, plazoletas, iglesias y palacios. Lo que siguen son ocho buenas pistas para recorrer y disfrutar de Pamplona.
La Ciudadela
Ejemplo de arquitectura militar del Renacimiento español está circundada por la Vuelta del Castillo. Constituye el pulmón de Pamplona. Este espacio de 280.000 m2 incluye pabellones, fosos, baluartes, revellines y fortificaciones.
Catedral de Santa María
Detrás de su fachada neoclásica esconde un magnífico templo de estilo gótico, cuya nave alcanza los 28 metros de altura. Destacan el sepulcro de Carlos III el Noble, la capilla de la Barbazana y el retablo de la capilla de Santa Cristina (s. XVI). Una de sus campanas, La María, es la segunda en uso más grande de España. Mide 2,50 metros de diámetro, 2,25 de alto y pesa unos 12.000 kilos.
De pinchos
En Pamplona hay una extraordinaria tradición de pinchos. En el Casco Viejo, los pinchos de Baserri, Gaucho y El Burgalés. También son un clásico el Café Roch y el Chelsy.
El río de Pamplona
El Parque Fluvial del río Arga ofrece 11 kilómetros de agua y vegetación que acogen instalaciones como el Club de Remo de Navarra, el Club Deportivo Amaya, el Club Natación Pamplona o la Escuela Municipal de Piragüismo, que ocupa el remozado Molino de Caparroso.
Baluarte
El flamante Palacio de Congresos y Auditorio de Navarra debe su nombre a los restos del baluarte de San Antón. El edificio es obra del arquitecto navarro Patxi Mangado. Programa cada temporada una amplia variedad de espectáculos: conciertos, danza y teatro.
Parque de Yamaguchi
Se trata de un auténtico jardín japonés que debe su nombre a la población japonesa de Yamaguchi, con la que Pamplona está hermanada. Fue diseñado por arquitectos y paisajistas nipones y rinde homenaje a las cuatro estaciones.
Café Iruña
Conserva todo su encanto desde 1888: sus suelos en damero, las sillas Thonet, las molduras, los grandes espejos… No hay que irse sin degustar café y tranquilidad. Se puede hacer en el Rincón de Hewingway, en el mismo café.
Churrería La Mañueta
La churrería de la familia Elizalde-Fernández es la más antigua de España. Abrió sus puertas en 1872. Lo malo es que solo abren los fines de semana durante los Sanfermines y los domingos de octubre.
Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!
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