Música

Auryn: "Somos normales: no nos drogamos, no armamos jaleos"

Auryn publica su tercer disco: 'Circus Avenue'
Elena Buenavista

Es la 'boyband' número 1 en España, y no hay más que acompañarlos unos minutos por la calle para ver que es casi imposible dar un paso sin que alguien pare y les pida una fotografía a estos cinco chicos que conforman Auryn y que en 2011 se autoeditaron su primer trabajo, Endless Road, y con el que lograron el Disco de Oro.

Ahora vuelven, tras su segundo trabajo, que fue Disco de Platino, Anti Héroes, con el tercero y muchas ganas de demostrar que ellos han llegado para quedarse. El título: Circus Avenue (Warner), una vez más en inglés, y eso que, cuentan ellos, al principio muchos les dijeron que cantando en inglés poco tendrían que hacer. El single Puppeteer entró directamente en el número 1 de ventas en España.

Dani Fernández (22 años), Carlos Marco (23 años), Blas Cantó (22 años), David Lafuente (26 años) y Álvaro Gango (24 años) son amigos antes que banda, insisten en el concepto, algo que tal vez les ayude en esa complicada meta de continuar unidos durante todos los años que quieren seguir en este mundo.

Es su disco más adulto: ¿un paso natural o temor a perder a quienes les siguen que también van creciendo?

Blas: Es un paso bastante grande, es el tercer disco y hay una responsabilidad enorme: tenemos que demostrar que venimos para quedarnos. Se evoluciona naturalmente, y hemos corregido todos los errores del pasado.

Perdone, ¿qué errores?

Blas: Estamos contentos con el repertorio, pero algún tema no lo hubiéramos puesto. Este disco es el más coherente.

¿Qué tema quitarían?

Carlos: Alguno que se salía de nuestro estilo. Eran muy buenos también, pero se salían.

Blas: Quizá cuando los sacamos encajaban, pero visto con perspectiva, no.

¿Alguno de ellos fue un éxito?

Dani: No, los que escogíamos los escogíamos por algo, aunque el de ahora es algo diferente por el tipo de sonido. El sonido de antes era más electrónico y ahora es más acústico. Pero no nos arrepentimos de ninguno.

Tampoco pasa nada por arrepentirse de algo...

Carlos: No, no, pero por el momento no nos arrepentimos de nada de lo que hemos hecho.

Dani: Han pasado dos años del último y maduras.

¿Ha madurado mucho?

Dani: Sí, sólo tengo 22 años, pero artísticamente, sí he madurado. Y hay un salto importante de los 19 a los 22.

Incluso puede que ahora sean más dueños de ustedes mismos, ¿o en eso no han cambiado?

Carlos: Nunca hemos dejado de ser los dueños. Somos los titiriteros, los que movemos las cuerdas y llevamos las riendas. Sabemos dar nuestra opinión y no callarnos. Nosotros nos autoeditamos el primer trabajo y eso no lo hemos perdido de vista nunca.

Álvaro: Con el primer trabajo nos embarcamos solos, lo distribuíamos de manera independiente, en las firmas llevábamos nosotros los discos en las maletas, hacíamos los albaranes, la web la llevábamos nosotros y se nos hace difícil delegar.

Cuando alguien como hicieron ustedes se autoedita su trabajo es porque tiene fe y muy claro que quiere llegar hasta aquí...

Dani: Creíamos en nosotros, mucha gente nos echaba para atrás por cantar en inglés y nos decían que cantando en inglés en España no íbamos a poder hacer nada. Es importante tener carácter y decir vamos a seguir haciendo lo que marcamos desde el primer momento. Y marcarlo siempre y saber dónde estás y decirle a tu discográfica: no, no, yo quiero hacer esto.

Hablaban de un disco más real en cuanto a sonido, y en contenido ¿tienen presente la situación 'real' en la que vive este país?

David: Sí, siempre, porque sabemos que es muy difícil este momento no sólo para la música sino para todo el mundo. Las entradas las ponemos económicas, 20 euros, y hemos preferido no ganar tanto o no ganar directamente.

Dani: Nosotros hemos nacido en la crisis. Todos mis amigos están en paro. Y a algunos hemos dado trabajo, poder ayudar a familia y amigos. Mucha gente nos ve como un ejemplo. Es una responsabilidad.

Carlos: Y que todos vivimos a crisis. Mi madre hasta hace poco estaba en paro, la de ellos también. Amigos, familiares.

Álvaro: Carlos y yo, que hemos terminado la carrera, vemos cómo toda esa gente pone copas porque no tiene trabajo. Lo que han subido las tasas, con la crisis que hay suben las matrículas.

Blas: Es una responsabilidad para nosotros. Fuera de pasarlo bien en los conciertos hay que llevar un mensaje también a los jóvenes de hoy en día. Somos normales, no armamos escándalos, no nos drogamos. Es más el ruido de cuatro que la realidad, hay gente muy sana. Quienes tenemos la opción de dar un mensaje tenemos la obligación de darlo.

¿Mucha necesidad de diversión y evasión en los conciertos?

David: Sí, en los directos, en las firmas, en todo. Notas que la gente va, padres, madres, niñas que han crecido con nosotros.

Dani: La música está para eso, para sentir, para disfrutar.

David: La música es una medicina.

Carlos: Mucha gente me escribe a Facebook y una madre me dijo que me sigue como su hija, que tiene 40 años pero que estaba pendiente de todo lo que ponemos en Twitter y me hizo ilusión porque así también se une la madre con la hija, me gusta ver cómo hace eso la música.

Álvaro: Llega el momento y es donde te sientes libre en el concierto.

David: Podríamos hacer hasta 20 conciertos seguidos.

Blas: Pasamos mucho tiempo juntos, casi 24 horas...

¿Y cómo se lleva eso? Aunque claro no me podéis decir que mal...

Carlos: Siempre hay discusiones.

Blas: Es que somos como una familia y entonces...

Pues en las familias hay cada discusión...

Carlos: Claro, yo estoy más tiempo con ellos que con mi familia. Somos amigos de antes y eso se nota.

Dani: Somos diferentes, cada uno es de una ciudad distinta, de un equipo de fútbol diferente. Y eso es lo que hace especial a Auryn.

Álvaro: Funciona mucho la democracia. Igual que un país.

¿Quién es el más conciliador?

Blas: Es esencial que haya alguien de fuera a veces para eso.

Dani: Yo he hecho deporte desde niño y creo que es esencial. En los vestuarios se discute mucho y en un grupo es igual. Pero una suma de todos, cinco filtros es esencial, y nos arropamos entre todos, no creo que haya uno que sea el conciliador.

¿Por qué no pasarían?

Carlos: Hemos dicho que no a muchas cosas, y hay muchas que no haríamos y no haremos.

David: Si nos quieren imponer cambiar algo nuestro o repertorio, eso no pasará. Ni de imagen, ni nada. Por ahí no pasaríamos. Por nada que nos cambie lo que somos.

¿Cómo se imaginan dentro de diez años?

Dani: Más viejos. Si en dos años hemos cambiado, pasarán 10 y cambiaremos y tendremos más historias que contar. Ojalá estemos juntos contando nuestra vida.

David: Juntos, haciendo música. Me gustaría verme con ellos, pero algo más tranquilo, hacer música sin la necesidad de sacar un disco por año.

Carlos: Seguro que estaremos felices, haciendo música o haciendo lo que sea.

Les he oído hablar de deportes, música, carreras universitarias..., pero siendo como son un referente para tantos jóvenes, nunca les he escuchado hablar de libros...

David: Me gusta mucho El corredor del laberinto (James Dashner).

Carlos: Es que nunca nos preguntan por eso ni por temas sociales. Pero leemos y mucho.  Me encanta Inteligencia emocional, de Daniel Goleman, que propone un modelo de educación muy importante, que no es el que hay, sino uno basado en lo emocional y las habilidades sociales. Cuando tenga hijos los educaré en un modelo así, me parece que no se está teniendo en cuenta en la educación actual y es muy importante.

Álvaro: Me enganché a Millenium y ahora estoy con Brújulas que buscan sonrisas perdidas, de Albert Espinosa. Me gustan muchos los libros que te hacen reflexionar.

Dani: Me gusta lo policiaco. Estoy leyendo Ola de calor, de Richard Castle.

¿Se atreverían a dar un mensaje?

Dani: Es muy fácil que la gente piense que como tenemos dinero y éxito: qué me vas a decir tú que todo te va bien. Pero sí me atrevo a decirles que no siempre he estado bien, cuando mi hermana y yo nacimos mis padres prácticamente no tenían ni para comer y ahora me va bien.

Carlos: El pensamiento positivo, hay que pensar que de todo se sale, y sobre todo el mensaje es: con trabajo, con ilusión y muchas ganas, porque a veces se nos quitan las ganas.

David: Mis padres son separados, crecí con mi abuela, no teníamos casi para vivir, llevo trabajando desde los 14 años y ahora me va bien. Ganas de salir adelante, si te cierras en tu cabeza, se acabó, hay que intentarlo.

Álvaro: Creo que esto que nos ha pasado nos ha hecho darnos cuenta de que necesitamos a los demás. Antes de esta etapa de crisis éramos más individualistas, y ahora eso ha cambiado. La unión y la solidaridad es ahora fundamental. Saber que el que tienes al lado necesita ayuda y dársela sin necesidad de que te la pida es muy importante.

No es fácil, pero es la última petición que les hago: ¿pueden darme una definición de cada uno? Así no hay problemas luego con las etiquetas puestas por otros...

Blas: Tengo 22 años, soy muy pasional, entregado y no sé qué decir más. Tal cual me ves, no hay ni trampa ni cartón. Lo bueno es bueno y lo malo es malo, o aún peor...

Carlos: Me da vergüenza y todo..., y eso que no soy vergonzoso. Soy muy independiente y estoy contento con lo que he hecho y hago, no me suelo arrepentir de lo que hago. Si tuviera 300 años de vida, estudiaría diez carreras y leería mil libros. Me encanta saber, aprender, viajar...

Dani: Tengo 22 años, me encanta el deporte, y me gusta mucho vivir con gente. Al contrario que Carlos, que es muy independiente, yo no, yo dependo muchísimo de mis amigos y mi familia. Dependo mucho de los demás, y eso igual me hace un poco débil, pero soy así. Y a veces soy muy directo y muy claro, y la vida me ha jugado malas pasadas por eso, y he tenido muchas discusiones por ser tan directo.

David: Pasional y aventurero. Me encanta el cine y los videojuegos, soy un viciado. Tengo una manera de ver la vida rara, muy filosófica, soy feliz con cosas que la mayoría no valora. Soy feliz con un helado en un banco con mis amigos. Más feliz con la gente que con lo material. Siento mucho las energías.

Álvaro: Tengo 24 años y necesito buen rollo alrededor para llevar mi vida bien. Intento cambiar lo que pueda de mi entorno para mejorar. Soy reflexivo, intento empatizar y creo que todo el mundo tiene algún motivo para actuar como actúa.

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