Internacional

Irán desafía a la ONU al anunciar que enriquece uranio a escala industrial

El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, comunicó ayer que su país forma parte del grupo de naciones que producen combustible nuclear a escala industrial. Además, Irán podría anunciar en breve la instalación de 3.000 centrifugadoras encargadas de enriquecer uranio.
El pasado 24 de marzo, una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas exigía al país iraní, una vez más, que renunciara a su programa de enriquecimiento de uranio. Pero para el presidente Ahmadineyad estas resoluciones son sólo «herramientas» que tratan de frenar el derecho que su país tiene a la energía nuclear.

Además, el líder iraní dijo que el uso de combustible nuclear «beneficia a toda la humanidad; si no fuera así, los países occidentales no lo utilizarían», y recordó que en algunos hasta el 80% de su energía se basa en este tipo de combustible.

Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, volvió a urgir ayer a Irán a dialogar y cumplir la resolución del Consejo de Seguridad, que le exige suspender sus actividades de enriquecimiento de uranio.

¿Qué significa este paso?

Según la mayoría de las fuentes, este anuncio implica que hay instaladas 1.000 centrifugadoras, con opción a instalar otras 2.000 en breve. Si operasen todo el día, podrían proporcionar suficiente uranio para crear una bomba atómica en 2009. Los expertos dudan de la capacidad iraní para mantener en funcionamiento 24 horas 1.000 centrifugadoras al día. Por contra, los servicios secretos occidentales creen que Irán no dispondrá de uranio para crear la bomba hasta al menos 2012.

«Pensé que me medían para hacer mi ataúd»

La soldado británica Faye Turney, retenida junto con  otros 14 compañeros durante 13 días por la Policía iraní, creyó que sus captores la estaban tomando medidas para hacer su ataúd y que iba a ser violada. Así lo explicó en una entrevista concedida al diario británico The Sun.

Ayer, el ministro de Defensa británico, Des Brown, anunció que ningún otro militar de su aís tendrá autorización para vender sus historias a la prensa hasta que se lleve a cabo una revisión de las normas que regulan esos permisos.