Nacional

El RACC Reclama mayor inversión en el mantenimiento y conservación de las vías rápidas españolas

El Real Automóvil Club de Cataluña (RACC), el mayor automóvil club de España, a través de su Fundación, ha exigido a las autoridades españolas una mayor inversión en seguridad pasiva en las carreteras: es decir, aquellos elemetos que minimizan el riesgo en caso de accidente.

La Fundación RACC ha evaluado los elementos de seguridad pasiva de una vía de gran capacidad, medianas, protecciones laterales y diseño de las intersecciones, y cómo éstos protegen al usuario una vez el accidente ha ocurrido. Según la fundación, se trata de la primera inspección de carreteras en explotación que se realiza en España a las vías rápidas, y se han evaluado más de 14.000 kilómetros de la red de española (7.000 en cada sentido).

Existe un sistema de evaluación de la seguridad pasiva de las carreteras, llamado RPS, que es el que ha utilizado el RACC .

A través del mismo, se califica la red de vías de gran capacidad en tramos desde 4 estrellas (los más seguros en caso de accidente), hasta una estrella (peor valoración).

En este estudio, el RACC ha identificado la protección que ofrecen diversos elementos para proteger al usuario una vez se ha producido el accidente:

  • Diseño de las medianas: la distancia que separa los sentidos de la circulación a través de medianas debe ser la principal característica de seguridad de las vías de dos calzadas, ya que evita accidentes frontales: el 11,5% de la red estudiada presenta importantes deficiencias en este aspecto;
  • Protección lateral de la calzada: es el parámetro de seguridad pasiva más descuidado en las vías de gran capacidad españolas. Los principales problemas se concentran en obstáculos rígidos a escasa distancia de la carretera y la falta de sistemas de contención, seguido de terraplenes en caída. Un 27,9% de las vías analizadas suspenden en este apartado.
  • Diseño de las intersecciones: las vías rápidas españolas presentan un buen diseño de intersecciones, la mayoría de ellas a dos niveles y con carriles de incorporación suficientes para alcanzar la velocidad conveniente al flujo del tráfico. El 93% de las intersecciones en las vías estudiadas responden a unos correctos criterios de diseño, con una valoración de cuatro estrellas. Sin embargo, de manera puntual, se detectan algunos puntos mejorables, sobre todo, en zonas periurbanas de acceso a grandes ciudades, en especial en la Comunidad de Madrid, donde el urbanismo deja poco espacio para crear carriles de incorporación apropiados.

Resultados generales

El 52,5% de las vías analizadas se encuentran por debajo del nivel óptimo esperado para este tipo de infraestructuras, que debería ser de cuatro estrellas. El 3,8% de las vías rápidas españolas ofrecen poca o escasa protección al automovilista en caso de accidente.

La Rioja, el País Vasco y Andalucía son, por este orden, las Comunidades Autónomas que presentan mayor proporción de carreteras de una y dos estrellas en su red vial.

Por provincias, La Rioja, Toledo y Lleida, son las que cuentan con mayor proporción de tramos peligrosos para los usuarios en caso de accidente. Si se amplía el zoom, la Comunidad de Madrid es la que cuenta con mayor proporción de tramos de una estrella en su red vial.

Tomando esta clasificación en función de las vías, cinco autopistas y autovías rápidas con su origen en la ciudad de Madrid encuentran entre las 10 peor valoradas de toda España.

Aún así, la peor vía rápida de España es la AP-68 entre Bilbao y Zaragoza. Un 12,2% del recorrido de esta vía es de una o dos estrellas. Por detrás se encuentra la A5 (Madrid-Extremadura) y la AP-4 (Sevilla-Cádiz).

loading...