Artes

El arte como herramienta para agitar la conciencia ecológica y combatir el deterioro del planeta

El mexicano Alejandro Durán une en sus fotos el arte, la naturaleza y la moda. Su proyecto 'Washed Up' trata sobre la contaminación producida por los plásticos
Alejandro Durán - Thames & HudsonP161 Alejandro Duran, Derrame, 2010

Hay que acercarse mucho a las fotos del artista chino Yao Lu para descubrir que en realidad no son pinturas poéticas y tradicionales de ancestrales paisajes rurales de la dinastía Song, sino terroríficas visiones actuales de Beijing con gigantescas lonas de construcción, escombros y residuos. En Cloud Car (Coche nube) —la instalación de la estadounidense Andrea Polli— la artista modifica un coche con sensores de movimiento para que cada vez que alguien camine a su lado, el vehículo eche vapor de agua que en realidad representa la cantidad de gases contaminantes que emite.

Antes era un area de interés para un número reducido de artistas. Ahora, las obras de arte relacionadas con el deterioro medioambiental son sin embargo una constante: los creadores buscan maneras de expresar su preocupación por el impacto del hombre sobre el planeta, hacen preguntas y buscan respuestas ante la proximidad del mayor reto al que se ha enfrentado la humanidad: evitar la destrucción de la Tierra.

Art & Ecology Now (Arte y ecología ahora) —publicado por la editorial inglesa Thames and Hudson— recopila y examina en un mismo tomo la obra de autores conscientes del desafío medioambiental, de la importancia primordial de la sostenibilidad y de la preservación. Con más de 95 nombres entre los que también hay colectivos, el libro clasifica por capítulos diferentes formas de compromiso.

El vertido de BP en el Golfo de México, bello como una "pintura grotesca"

Los hay que hacen comentarios independientes documentando y reflejando la naturaleza. La islandesa Rúrí realiza en una instalación un archivo sonoro de las cascadas de Islandia, amenazadas por "la creciente demanda de beneficios de las compañías eléctricas". La autora fotografía el agua y graba su "rugido" como si se tratara del sonido de un animal amenazado: las imágenes y los documentos sonoros son testimonios poéticos de un mundo que desaparece en favor de las centrales hidroeléctricas.

En la otra cara de la moneda, otros muestran con objetividad la dura realidad para que nadie pueda alegar desconocimiento, denuncian la brutalidad de nuestras acciones. El español afincado en los EE UU Daniel Beltrá fotografió para Greenpeace en 2010 el catastrófico vertido de petróleo de BP en el Golfo de México en imágenes aereas terroríficamente bellas de destrucción. Las fotos que muestran cómo el agua azul se mezcla inevitablemente con la espesura del aceite son para el fotógrafo "como una pintura grotesca".

Moles de coches y teléfonos móviles

Los que se deciden por un activismo directo transforman con su arte actitudes y costumbres dañinas para el planeta. El estadounidense Chris Jordan se centra en el problema de los residuos con una colección de fotos con colores y formas atractivas que a la vez resultan repulsivas por lo que representan: cuadros de Van Gogh y Botticelli recreados con mecheros gastados y bolsas de plástico; vistosas moles de coches en el desguace y teléfonos móviles... Jordan cambia con sus trabajos la percepción del problema, hace un llamamiento al consumidor para que se responsabilice del desastre.

Un paso más allá están los creadores que (aunque a veces sólo como metáfora) proponen nuevas ideas, diseños y técnicas que rompan con lo establecido, con el modo de vida causante de la crisis climática. El británico Simon Starling creó en Almería una instalación experimental que sólo usaba energía solar para desalinizar agua del mar y demostró así que había una potencial solución para la desertificación de la zona. En la misma línea de aprovechamiento de recursos, la italoalemana Myriel Milicevic fabrica "recolectores de energía", unos pequeños aparatos capaces de reutilizar la energía desperdiciada en el ambiente (del viento, del sol, de la vibración del tráfico rodado...) para cargar baterías.