Palma de Mallorca, reina mediterránea de luz e historia

Palma de Mallorca lo tiene todo. Naturaleza, cultura, historia, grandes opciones de ocio y relax… Es un lugar de sol y playa, pero también de cultura en museos y de cultura viva. La mayor de las islas Baleares bulle durante todo el año, pero en verano alcanza el máximo esplendor.

Las posibilidades son muchas, pero dentro de la propia ciudad de Palma estos son algunos imprescindibles.

La Seu  

La catedral de Palma es la construcción gótica que, con menos cantidad de piedra, alberga más espacio. Tiene 87 ventanales y 7 rosetones, uno de ellos es el mayor rosetón gótico del mundo. Ha ido sumando aportaciones arquitectónicas y artísticas destacadas desde el siglo XIV y continúa. Antoni Gaudí aportó en su momento en la fachada y en los interiores, y recientemente Miquel Barceló, con la sorprendente y novedosa decoración en arcilla en 2007.

El castillo de Bellver

Construido a principios del siglo XIV por orden de Jaume II, esta fortaleza es una de las pocas de Europa (y la más antigua) diseñada con una planta circular. Su interés principal reside en la propia construcción y en el bosque que lo rodea. Resulta espectacular por sus formas y por las vistas privilegiadas que ofrece sobre la bahía. Además, contiene el Museo de Historia de la Ciudad.

Palacio Real de la Almudaina

Sus orígenes son romanos y, tras la dominación musulmana, fue remodelado con la llegada de la reconquista, en este caso bajo las órdenes de Jaume II. Tapices, estandartes y numerosas obras de arte del siglo XV al XX ocupan su sala de exposición. Además, el Huerto del Rey o la Torre del Homenaje.

La Lonja

Representa el poder civil de la época. El antiguo Colegio de Mercaderes, también de estilo gótico, combina sobriedad y belleza, y hoy sirve como sala de exposiciones.

Baños árabes

Levantados en el siglo XI, hoy solo se conservan los baños calientes (la sala fría ha desaparecido). Podemos encontrar capiteles bizantinos y romanos rescatados de épocas muy anteriores a esta sala que, probablemente, perteneció a un noble musulmán. Y para seguir fuera del tiempo, un paseo por los jardines adjuntos de Can Fontirroig.

Portitxol

Este antiguo barrio de pescadores es una de las zonas de esparcimiento más apreciadas por los mallorquines gracias a su paseo marítimo y a sus soleadas terrazas. Si la visita coincide en miércoles, no hay que perderse la ruta de tapas.

Mercado del Olivar

Es el mejor lugar para dar con productos tradicionales: sobrasadas, quesos, almendras, vinos, ensaimadas, cerámica, cristal… Un espectáculo para los sentidos.

Museo de Arte Moderno y Contemporáneo Es Baluard

El edificio en sí mismo, ubicado en el baluarte de Sant Pere, ya hace que merezca la pena la visita. En su interior obras de Picasso, Magritte, Chagall, Gauguin, Klimt, Miró…  Las vistas sobre la bahía de Palma que ofrece son de las mejores.

Fundación Bartolomé March

Acoge una selección de obras escultóricas de primer nivel, desde esculturas de Rodin, Chillida y Moore, hasta litografías de Dalí, y un amplio catálogo bibliográfico con manuscritos antiguos de gran valor. También, los espectaculares murales de Josep Maria Sert.

Fundación Pilar y Joan Miró

Joan Miró tuvo una relación muy especial e intensa con Mallorca, donde trabajó hasta el final de su vida. Esta institución ofrece a los más iniciados en el mundo del arte la posibilidad de disfrutar no solo de sus pinturas y esculturas, sino también de sus talleres de trabajo.

Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!