De los campos de Osona, la buena butifarra catalana

  • La niebla blanquea el paisaje y ayuda a la maduración artesanal de embutidos.
  • Osona elabora sus afamados embutidos: longaniza, fuet y butifarra.
  • La butifarra, cocida o fresca, lleva carne de cerdo picada y setas, ajo o perejil.
La 'botifarra amb seques' es una popular receta desde la segunda mitad del siglo XIX.
La 'botifarra amb seques' es una popular receta desde la segunda mitad del siglo XIX.
Catalunya.com
La 'botifarra amb seques' es una popular receta desde la segunda mitad del siglo XIX.

Los campos labrados por payeses y la elaboración de butifarras artesanales son las señas de identidad de la comarca barcelonesa de Osona. En sus tierras un tanto frías no faltan los bosques donde desde tiempos inmemoriales se ha criado un cerdo de gran calidad.

A ello también ha contribuido el clima. La niebla que blanquea el paisaje invernal de Vic es pieza clave en la maduración artesanal de algunos embutidos. No por casualidad, esta zona es la que cuenta con más días de niebla al año en toda España.

El caso es que los payeses siguen trabajando como hace más de cien años, criando unos cerdos cuya deliciosa carne sirve para la elaboración de los afamados embutidos de Osona: longaniza, fuet y butifarra.

La butifarra puede ser cocida o fresca. En ambos casos la base es la carne picada y salpimentada de espalda o pata de cerdo, aunque luego se le pueden añadir ingredientes como setas, ajo o perejil.

Para saborearla basta con cocinarla a la brasa o la plancha. Pero la gastronomía catalana ha hecho a la butifarra ingrediente principal en los cocidos o junto a las setas. La receta más famosa es la botifarra amb seques (butifarra con alubias), plato popular desde la segunda mitad del siglo XIX.

El cerdo es el protagonista absoluto de otros platos autóctonos de la comarca barcelonesa de Osona, como las albóndigas y los pies de cerdo.

Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!

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