Tal y como sucedió en los años 70 con el VHS y Betacam, la industria pornográfica podría inclinar la balanza en la lucha entre los formatos que buscan convertirse en sucesores del DVD, Blu-ray y HD DVD.
Los dos formatos son tan jóvenes que cualquier cosa podría suceder y, precisamente por eso, uno y otro bando llevan meses cortejando, en algunos casos secretamente por temor a que se los asocie con un sector que no está precisamente bien visto, a la industria pornográfica.
En el pasado, la pornografía sirvió para espolear nuevas tecnologías, desde el aparato de vídeo hasta la televisión por cable y, cómo no, internet, y es una gran fuente de ingresos para gigantes como Time Warner y Comcast.
Por eso no es de extrañar el interés que las compañías que apoyan uno y otro formato -Microsoft, Toshiba y Universal Pictures, entre otros, en el caso de HD DVD, y Sony en el de Blu-ray- tienen en que el material para adultos opte por su modelo.
El apoyo de la industria pornográfica será "un factor muy influyente", señaló el analista de Gartner Paul O'Donovan a "Computerworld", una opinión que comparten muchos expertos. Esta batalla, por otra parte, está enturbiada por algunos factores, entre ellos acusaciones por parte de la industria pornográfica de que
Según explicaba en un reportaje reciente Los Angeles Times, un grupo de apoyo a Blu-ray visitó este verano las oficinas de Wicked Pictures, que tiene en su haber firmes como Placeres Prohibidos o La institutriz.
El grupo explicó las bondades de la tecnología y terminó su presentación advirtiendo a Jackie Ramos, ejecutivo del estudio: "Podemos ayudarte, pero recuerda: nunca estuvimos aquí", unas palabras que según el rotativo se repiten en este tipo de visitas.
Cómo duplicar las películas
En el corazón de la disputa están los llamados "replicadores", las compañías que duplican DVDs.
La fabricación de HD DVD es muy similar a la de los DVD tradicionales, fácil y barata; Blu-Ray, sin embargo, requiere maquinaria muy costosa y cada disco individual es más caro, algo que perjudica a la industria del entretenimiento para adultos.
Por otra parte, la industria pornográfica no puede acudir a compañías más grandes que ya están haciendo Blu-ray para estudios de cine.
La explicación está en un curioso incidente de 1998, cuando un fallo de los operadores resultó en la aparición de unas imágenes pornográficas en The Rescuers, un filme de Disney para niños.
Desde entonces, Disney tiene la política de utilizar siempre máquinas separadas para editar material pornográfico e infantil.
Aunque nadie resta fuerza a una industria que, según algunos cálculos, cuenta por el 10% del mercado de DVDs tradicionales, su decisión podría ser mucho menos relevante de lo que apuntan los analistas.
Hoy en día hay tantos usuarios que recurren a internet para obtener porno que lo que hagan o dejen de hacer las empresas que publican este material podría ser apenas significativo.
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