Fallece el inventor del futbolín
Pese a que patentó su invento en 1937, no consiguió que el futbolín se fabricase y distribuyese entonces, ya que las fábricas de juguetes se estaban utilizando para hacer armas.
En su exilio a Francia perdió la patente que llevaba con él. Ya en 1952, en Guatemala, perfeccionó el futbolín y empezó a fabricarlo en serie, aunque en España su invento ya era comercializado por fabricantes valencianos.
Una vida dedicada a la literatura
Aunque el futbolín le dio el reconocimiento popular, Alejandro Finisterre fue escritor, editor de revistas y también albacea de la obra del poeta León Felipe, y una de las personas que más hizo para que su obra y su persona no cayesen en el olvido. De hecho, Finisterre fue quien vendió al Ayuntamiento de Zamora el legado que hoy se conserva en el Archivo Histórico Provincial de Zamora.