Alcoy se viste de gala en Reyes: no hay cabalgata igual

  • La cabalgata de Alcoy es la más antigua de España: cumple 129 años.
  • Los regalos llegan por los balcones a los que se encaraman decenas de pajes.
  • Cada 4 de enero se anuncia la llegada de sus Majestades de Oriente.
  • Alcoy quiere que la Unesco declare a su Navidad Patrimonio de la Humanidad.
En la Plaza de España de Alcoy, los Reyes Magos descienden de sus cabalgaduras.
En la Plaza de España de Alcoy, los Reyes Magos descienden de sus cabalgaduras.
Paco Grau/Ayto. Alcoi
En la Plaza de España de Alcoy, los Reyes Magos descienden de sus cabalgaduras.

En el interior de la provincia de Alicante, Alcoy se alza para ser en estos días “la Estrella de Belén”. Tal es el sentimiento de esta ciudad por la Navidad y su “Adoración” por la misma, que el Consistorio, con el apoyo de entidades culturales y sociales, ha pedido que la Navidad alcoyana sea declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.

Decenas de particularidades, centenares de años de tradición y miles de personas que participan todos los años en los actos de la Navidad suponen un suma y sigue para todo viajero que se adentra en esta ciudad alicantina. En Alcoy, el belén es de títeres; su cabalgata de Reyes es la más antigua de España –cumple 129 años de historia–; los regalos llegan por los balcones a los que se encaraman con escaleras de madera decenas de ‘pajes negros’; y las cartas de sueños escritas por los más pequeños se depositan en sacas portadas por pequeñas burras.

Un poco de historia

Declarada fiesta de Interés Turístico Nacional y Bien de Interés Cultural Inmaterial, la Cabalgata de Reyes Magos de Alcoy es, como dicen los alcoyanos, “una señora cabalgata, no un desfile”. Está documentada por primera vez en 1866, aunque es a partir de 1885 cuando adquiere las características que la definen.

Merece la pena buscar un buen sitio para verla aunque para ello tengamos que esperar algo de tiempo. Unas pelaillas y unas castañas calentitas sirven para matar la espera. La “Estrella de Oriente” y los primeros pajes, llamados els negres, abren la cabalgata, los antorcheros iluminan el camino y los trompeteros encienden el sonido. Es entonces cuando, a lomos de dromedarios y camellos, sus Majestades irrumpen en la urbe.

Cerca de 2.000 personas participan en esta mágica estampa, en la que tiene cabida reses, caballos, carros agrícolas, carrozas, bandas de música y grupos de danza. Niños y adultos son testigos de la llegada de sus Majestades desde los balcones de las casas. Sirviéndose de escaleras, decenas de pajes tiznados de oscuro entregarán los regalos.

A su paso por la plaza de España, donde se ubica el Nacimiento, los Reyes Magos descienden de sus cabalgaduras para adorar al Niño Jesús. Fuegos de artificio y volteo de campanas sostienen este espectacular momento.

Belenes y marionetas

Con estos apuntes en su libreta, el viajero debe saber que el ciclo navideño alcoyano empieza mucho antes de la noche del 5 de enero. En concreto, con las representaciones del llamado Belén de Tirisiti, una muestra del teatro de marionetas de pie y varilla, y que da cabida tanto a personas y escenas de los Evangelios como a aspectos costumbristas del Alcoy de antaño.

Los muñecos, montados sobre varillas verticales, se mueven por el escenario dentro de unas guías practicadas en su base. Los manipuladores, desde abajo, marcan sus movimientos. En este singular belén figuran un sereno, un sacristán, una ventera (Tereseta) y su marido (Tirisiti), y acoge, además, una corrida de toros y un desfile de moros y cristianos, entre otras singularidades.

El calendario alcoyano guarda otras sorpresas, como la cabalgata infantil, conocida como Les Pastoretes, que se celebra la mañana del domingo o del día festivo anterior al 5 de enero. Niños y niñas, vestidos con la indumentaria de pastores y acompañados de rebaños de animales, obsequian al Niño Jesús.

Y por si fuera poco, Alcoy acoge cada 4 de enero El bando, otro acto majestuoso que sirve para anunciar la próxima llegada de sus Majestades de Oriente. Su primer protagonista, el Tío Piam, un personaje popular del Alcoy del siglo XIX que insta a vecinos y visitantes a que se dirijan a la Font Redona, pues llega el “Embajador Real”, el segundo protagonista de este desfile.

Acompañado por antorcheros y pajes, el embajador anuncia que los Reyes Magos “ya están próximos”. En ese momento, se encienden hogueras de luz en la sierra de Mariola, frente a la urbe. Es el último campamento de sus Majestades antes de llegar a Alcoy.

El embajador invita a niños y no tan niños a depositar sus cartas a los Reyes Magos en las alforjas que transportan decenas de pequeñas burras que a lo largo de este desfile le acompañan. Al día siguiente será la cabalgata, y al año siguiente todo volverá a repetirse, incluida la ilusión, la magia y la hospitalidad que ofrece Alcoy.

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