Aurel Bunda. «La fe ortodoxa integra a los inmigrantes rumanos»
Del crecimiento de la comunidad rumana dan fe las cifras de la parroquia ortodoxa de San Jorge, ubicada en dependencias cedidas por la parroquia católica de Sant Ferran. «Agradecemos la buena voluntad del Arzobispado católico de Barcelona, pero la liturgia de cada domingo ya suele atraer a nuestra pequeña sala más de 300 fieles, vienen más de 2.500 personas por Pascua, y ya hemos tenido mareos y desvanecimientos en las más de tres horas de ceremonia. Debemos construir un templo ortodoxo propio».
«La fe ortodoxa –concluye– es un excelente canal de acogida e integración porque entronca con las tradiciones cristianas de aquí y nos permite romper una cierta imagen de mendicidad y delincuencia. La inmensa mayoría de inmigrantes rumanos trabajan, compran pisos y casas, creen en Dios como los católicos... y, además, van a la iglesia».