Un vecino de Foixà: "Nosotros somos los últimos y los que hemos recibido más"

Un vecino de Foixà, uno de los municipios más afectados por el incendio de la comarca del Baix Empordà y donde se ha ubicado el flanco más activo este martes, Ferran Casellas, ha lamentado que su municipio haya sido de los últimos en ser atendidos pese a que finalmente han "recibido más", en referencia a las consecuencias del fuego.

Desde la Casa de la Vila, donde han pasado la noche del lunes al martes todos los vecinos del pueblo evacuados —que no han podido regresar a casa hasta la tarde de este martes—, Casellas ha declarado a los periodistas, flanqueado por otros vecinos, que han vivido la situación "angustiados".

Ha dicho que ha faltado coordinación de la administración —"No te enteras de nada, ellos van a la suya"— y que en el primer momento, cuando se declaró, toda la fuerza del dispositivo se concentró en Camallera, por lo que los propios vecinos de Foixà tuvieron que correr, organizarse e intentar hacerle frente.

Ha asegurado que si las autoridades "hubieran respondido desde el primer momento quizás no hubiera quemado nada" y ha detallado que principalmente ha ardido masa forestal, algún pajar y algún almacén, pero sin que se hayan producido daños personales.

"El momento más complicado ha sido cuando nos teníamos que organizar todos a partir de las siete u ocho de la noche, que aquí estábamos solos y no había nadie de la administración que nos pudiera explicar nada, nosotros lo hemos organizado todo", según él.

Fuego hasta las ventanas

En el mismo lugar, un vecino de Parlavà, Miquel Parnau, ha relatado cómo este lunes acudió hasta Foixà con su tractor para ayudar en las tareas de extinción y vio que "había casas donde el fuego llegó hasta las ventanas".

Varios agricultores y vecinos de los alrededores fueron a ayudar y contribuyeron "en muchos tramos" a que el fuego no avanzara, y primero araron en los campos de la plana, y después se desplazaron a Foixà para vigilar las casas.

Este martes por la tarde —ha indicado— ya están más tranquilos y, si no hay viento, augura que no rebrotará, pero sí ha admitido que este lunes vio que esta zona estaba mal y que lo que más temen son las casas, la gente, el pueblo, según sus palabras.