Benemérita detecta caída demanda de prostitución en la calle y clubes pero alerta de submundo de alto standing en chalet
La crisis ha incidido en el negocio del sector de la prostitución, ya que la clientela que era asidua a clubes y a la prostitución callejera ha "disminuido", obligando a los regentes de los locales a reorientar el servicio prestado, dirigiéndolo en otro sentido hacia un público más precario económicamente.
Frente a esta situación, desde la Guardia Civil se detecta, con especial incidencia, "un aumento considerable de las viviendas destinadas a ofrecer los mismos servicios que en un club de alterne, a unos precios considerablemente más altos".
Así lo ha trasladado la Benemérita a Europa Press, quien explica que se trata de apartamentos de lujo, chalets y fincas aisladas donde los clientes pueden igualmente tomar copas, a veces sin abono alguno de dinero, para luego requerir los servicios de meretrices que residen de forma voluntaria en el lugar; "un submundo de alto standing que dificulta la actividad inspectora por tratarse de domicilios y no de establecimientos públicos", advierten.
Para luchar contra esta actividad delictiva, la Benemérita establece sistemas de localización de víctimas y delincuentes, entre las que se contemplan regulares inspecciones a clubs de alterne y relaciones con los servicios sociales en contacto con estas mujeres; sistemas de protección de las víctimas; modos de desarticulación de organizaciones dedicadas a estos ilícitos, y para todo, formas de proceder ante los distintos casos que pudieran surgir.
El objetivo es ofrecer a las mujeres afectadas por este tipo de delitos protección integral, ayuda y asesoramiento por cuanto son víctimas y auténticas perjudicadas del sistema. "Lo fundamental es que entiendan que en ningún momento son culpables y hacer de enlace con las instituciones del estado encargadas de la asistencia en los distintos ámbitos y necesidades", puntualiza.
Las víctimas suelen ser de procedencia extranjera, mientras que, según la Benemérita, "los casos detectados en mujeres españolas son escasos".
En cuanto a los clubes de alterne cerrados, en el último año ascienden a seis, mientras que los atestados instruidos por detenciones derivadas de una actividad irregular son cuatro.