Cantabria, mil tesoros bajo tierra

Puede presumir de recibir cada año a la mayoría de aficionados a la espeleología que visitan la Península. Y con razón. En España, Cantabria –con cerca de 9.000 cuevas naturales– es el paraíso de la espeleología.

La mayoría de estas cuevas se encuentran en el Alto Asón, un territorio que permite descubrir un entorno ciertamente diferente. Aquí, una red de cuevas permite realizar circuitos de visitas guiadas por espeleólogos profesionales.

En este lugar hay algunas cuevas especialmente conocidas. Es el caso de la enorme Torca del Carlista, del tamaño de tres campos de fútbol; de la famosa travesía de Cueto-Coventosa, con pozos de gran profundidad; y de las galerías Cañuelas, con sus típicas estalactitas en forma de sierra.

En esta comarca, Ramales de la Victoria es la población más importante. Aquí se encuentra el Centro de Tecnificación en Espeleología, el primero de España.

A través de un paseo de encinas, Cullalvera lleva desde la cercanía del casco urbano de Ramales hasta la cavidad. Toda aquí es grande y monumental; tanto la cueva como la boca de entrada. Hay, además, unas pinturas prehistóricas a gran profundidad.

Los espeleólogos ayudan a la conservación y protección de las cuevas. Así se ha podido convertir el Sistema del Mortillano en la cueva con mayor desarrollo de España, con 114 kilómetros de galerías. Junto a ésta, otra cueva de visita obligada y ya muy popular es la de El Soplao.

Y ya que estamos en el Alto Asón mejor descansar y degustar. Desde el salmón a la trucha, pasando por quesos artesanales, como los de Garmillas o Cañedo. De postre, no hay nada mejor que unas torrijas de sobao pasiego.

Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!