Las Cuevas de Ojo Guareña, uno de los complejos cársticos más antiguos de Europa

  • Son más de cien km de amplia y variada riqueza faunística, en los que hay hasta 190 especies de invertebrados, 16 únicas en el mundo.
  • Se han descubierto 18 cavidades conectadas entre sí en un gran laberinto.
  • Se pueden recorrer los 400 metros de la cueva de San Bernabé.
La Ermita de San Tirso y San Bernabé se encuentran junto a la cueva de San Bernabé.
La Ermita de San Tirso y San Bernabé se encuentran junto a la cueva de San Bernabé.
TURISMO DE BURGOS
La Ermita de San Tirso y San Bernabé se encuentran junto a la cueva de San Bernabé.

Estamos ante un sorprendente hallazgo natural en el norte de Burgos, en la zona de Las Merindades; un complejo cárstico de más de cien kilómetros, de amplia y variada riqueza faunística, con 190 especies de invertebrados de las cuales 16 son únicas en el mundo. Son las Cuevas de Ojo Guareña, que están protegidas bajo el paraguas de figuras de Bien de Interés Cultural desde 1991, Monumento Natural –dentro de la Red de Espacios Naturales Protegidos de la Junta de Castilla y León– y Lugar de Interés Comunitario –dentro de la Red Natural 2000–.

Su morfología actual es el resultado de la actividad geológica e hidráulica que durante millones de años ha modelado Las Merindades, terreno donde se encuentra ubicado. Es un fenómeno de infiltración y absorción de las aguas de los ríos Guareña y Trema que se han introducido en el interior de este macizo del Cretácico Superior hasta originar el complejo cárstico que conocemos hoy en día.

De los más de 100 kilómetros que forman este espacio natural, 89 están conectados entre sí a través de varias galerías y distintos niveles que forman diversos pisos que originan un gran laberinto de cuevas. Hasta la fecha se han descubierto 18 cavidades y sólo se pueden recorrer 400 metros que se desarrollan por la cueva de San Bernabé.

En este trayecto abierto al público, de 45 minutos de duración, se revelan dos zonas visibles como son la cueva en sí misma, donde se encuentra la pila del Santo o los silos medievales y, por otro lado, la Ermita de San Tirso y San Bernabé donde se encuentran unas pinturas murales anónimas que representan los martirios y los milagros de San Tirso y que datan de 1705 y 1877.

También un espacio de naturaleza

Aunque en los más de 100 kilómetros se han encontrado otros hallazgos, toda una muestra tangible de que los pobladores de esta zona vivieron y utilizaron estas cuevas desde el Paleolítico Medio hasta la Edad Media, tales como restos de cazadores en la cueva de Prado Vargas, improntas de pies descalzos en la Sala de las Huellas, pinturas en la Cueva Palomera, grabados en la cueva de Kaite o, incluso, un esqueleto de la Edad de Hierro en la Sala de la Fuente.

El Monumento Natural de Ojo Guareña es un espacio protegido que no sólo compete al área subterránea repleta de galerías, sino que también continúa en la superficie y afecta a los términos municipales de la Merindad de Sotoscueva, Merindad de Montija y Espinosa de los Monteros, donde la vegetación que predomina es de hayedos, robles o encinas, entre otras especies. La fauna la componen aves rapaces como el gavilán o el halcón peregrino, y mamíferos como el lirón careto o el gato montés.

Dentro de poco este espacio natural tendrá más de dos kilómetros por los que discurrirán numerosos visitantes intrépidos ya que, la barrera subterránea que impedía el paso humano al interior de este complejo cárstico comienza a romperse. La Junta de Castilla y León está a punto de terminar el acondicionamiento de la Cueva Palomera. En pequeños grupos se podrá acceder, hasta llegar a Palomera, por tramos resbaladizos y húmedos, y entre un sinfín de estalactitas y estalagmitas de fantasiosas formas.

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