Una carrera por la muy sabrosa gastronomía de Cheste

  • Los moteros vienen por las carreras y descubren el buen comer de estas tierras.
  • Cheste tiene tres platos muy suyos: la gachamiga, la olla con pelotas (un guiso de albóndigas) y la olla de ayuno (que no lleva carne).
  • Entre los arroces, el de costra, con alubias y nabos o el de pollo y romero.
Jorge Lorenzo y Pedrosa charlan en Cheste.
Jorge Lorenzo y Pedrosa charlan en Cheste.
EFE
Jorge Lorenzo y Pedrosa charlan en Cheste.

Los motos han puesto a Cheste en el mapa. Con cada gran premio de motociclismo la localidad valenciana se llena de moteros. Este año, el Gran Premio de MotoGP se disputa los días 8, 9 y 10 de noviembre. Vienen por las carreras, deseando ver a Lorenzo, a Pedrosa, a Márquez, incluso a Valentino, y descubren el buen comer de estas tierras.

Porque en Cheste, una pequeña localidad a poco más de 20 kilómetros de Valencia que posee su propia gastronomía, se come muy bien. Como en todo el Levante hay muchas recetas para elaborar el arroz. Las más populares son abanda, arroz negro, que adquiere ese color gracias a la tinta de la sepia, arroz con costra, arroz con alubias y nabos o con verduras. O también una receta muy local como es el arroz con pollo y romero.

Pero más allá del arroz Cheste tiene tres platos muy suyos. Uno es la gachamiga, que se prepara con una masa de harina, agua, aceite de oliva y sal, se presenta como una pasta uniforme con aspecto de tortilla de patatas y suele ir acompañada de ajos, panceta de cerdo, tomate o longaniza.

Las otras dos especialidades que podemos degustar en Cheste son la olla con pelotas (un guiso de albóndigas) y la olla de ayuno (tradicionalmente se ha consumido en cuaresma y no lleva ningún ingrediente cárnico).

Y si el arroz ocupa aquí su sitio como lugar que es de la Comunidad Valenciana, también lo hacen los pescados, especialmente lubina, merluza, dorada, salmonete, rape, mero e incluso anguila, ya sean en suquet, asados, a la sal, encebollados, a la naranja, en frituras o en salsa de almendras.

Si nos hemos quedado con hambre, siempre podemos echar mano de los embutidos de Requena. Y para postre, buñuelos de calabaza con chocolate, testamentos, delgadicos, tortas de toro, arpo i talladetes, rosegons o fartons, estos últimos para combinar con la refrescante horchata.

Para acompañar toda la comida, vinos de Utiel-Requena y Valencia. En la propia localidad está la bodega Cheste Agraria, que elabora el espumoso de moscatel Reymos, además de vinos y mistelas.

Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!

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