De entre los iconos de Barcelona, uno destaca por su altura y relativa lejanía. Es la Torre de Collserola, situada en el Pico de la Vilana, cerca del Tibidabo. Se construyó con motivo de los Juegos Olímpicos de 1992 y en la actualidad sirve para hacer la mayoría de los enlaces audiovisuales del área metropolitana y la provincia.
La Torre de Collserola, diseñada por Norman Foster y los ingenieros Julio Martínez Calzón y Manuel Julià Vilardell, tiene una altura de casi 289 metros y por lo tanto unas vistas privilegiadas. De hecho, tiene un mirador público en el nivel 10 desde donde se divisa la ciudad de Barcelona y, debajo, el Parc de Collserola, el pulmón verde de la ciudad.
Y mucho más, porque desde este mirador se puede vislumbrar el macizo de Montserrat y, en los mejores días, el Parque Natural de Cadí-Moixeró, en las estribaciones del Pirineo. Ello es posible porque en realidad se encuentra a 560 metros de altura sobre el nivel del mar. Desde allá arriba ofrece una panorámica de 360º y hasta 70 kilómetros de visibilidad.
Desde la Torre de Collserola, Barcelona es un tapiz, como un tablero de juego en movimiento. La ciudad se desparrama hasta el mar, donde se divisan empequeñecidas las siluetas de la Torre Mapfre, el Hotel Arts y la vela del Hotel W Barcelona. Desde lo alto, vemos al sur la montaña de Montjuïc; detrás, la comarca del Baix Llobregat; al norte, el río Besós y las cordilleras del prelitoral anuncian el Maresme.
Si dejamos de mirar a vista de pájaro y pisamos tierra podemos recuperar el niño que llevamos dentro en el parque de atracciones del Tibidabo, que está al lado de la torre. Hay diversión para toda la familia: desde espectáculos como La Atalaya o El Avión, en funcionamiento desde los años 20 del siglo pasado, al museo de los autómatas.
El Tibidabo y la Torre de Collserola se encuentran dentro del Parc de Collserola, un espacio de gran diversidad en flora y fauna, restos arqueológicos, y castillos y miradores, como el de Arrabassada, el de Montbau o el de Sarrià. Este parque es un área protegida que engloba nueve municipios y llega prácticamente hasta Sabadell y Tarrasa.
El mirador de Sarrià está al pie del funicular que lleva al parque de atracciones. Desde la estación del funicular, se puede tomar el famoso Tranvía Blau (el tranvía azul), que nos lleva de vuelta a Barcelona.
Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!
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