El Forau de Aiguallut, un truco de magia en el valle de Benasque

  • En el sumidero de Aigualluts las aguas recién nacidas del glaciar del Aneto desaparecen durante casi 4 kilómetros.
  • Reaparecen en el Valle de Arán y de ese modo no desembocan en el Ebro.
  • Hechiza este truco, el paisaje, la cascada y el brillo del propio glaciar en lo alto.
Una vista del Forau de Aiguallut. Forau significa hoyo en aragonés.
Una vista del Forau de Aiguallut. Forau significa hoyo en aragonés.
WIKIPEDIA/Carlos Luna
Una vista del Forau de Aiguallut. Forau significa hoyo en aragonés.

En el Forau de Aiguallut o sumidero de Aigualluts la naturaleza juega con nosotros. Estamos en el valle oscense de Benasque, en la vertiente aragonesa de los Pirineos. El forau –hoyo en aragonés– es un sistema kárstico a unos 2.074 m de altitud, en la cabecera del río Ésera y cerca del Aneto.

Como en un truco de magia, en este sumidero desaparece el agua de deshielo de los neveros para reaparecer casi 4 kilómetros más allá. Las aguas transportadas principalmente por los cauces del Ésera y del Escaleta hasta el Plan de Aigualluts, a los pies de los Montes Malditos, desaparecen de golpe en una sima, cayendo en cascada.

Para nuestra sorpresa, las aguas reaparecen a 3,6 kilómetros en el Valle de Arán, a unos 1658 m de altitud, hasta llegar al río Garona y, por tanto, al océano Atlántico, en lugar de al mar Mediterráneo como sucede con las aguas no infiltradas del río Ésera. Son así las únicas del Pirineo aragonés que no van al Mediterráneo a través del Ebro.

El truco hechiza, pero tanto como todo el paisaje, la cascada y el brillo del propio glaciar en lo alto. También tiene magia la senda que se cubre hasta llegar al forau; un bello bosque de pinos negros rodeados de esbeltas montañas.

Para alcanzar el Forau de Aiguallut o sumidero de Aigualluts lo haremos desde el área de La Besurta. Una vez allí, hay que cruzar el río Ésera y subir por una senda que enseguida se bifurca: a la derecha, el camino que trepa al refugio de la Renclusa y al Aneto; de frente, el camino marcado hacia el forau.

La magia no ha acabado. A espaldas de la cascada y cruzando el barranco de la Escaleta, se sube por la margen contraria siguiendo un sendero marcado con hitos. En media hora se llega a una nueva planicie, donde el camino trepa hasta el collado de Toro, balcón privilegiado sobre el lago de Toro y el Valle de Arán. Estamos en el valle donde afloran las aguas… que se había tragado la tierra.

Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!

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