Barcelona lo tiene todo. Cosmopolita, abierta y moderna, la Ciudad Condal tiene un enorme patrimonio cultural –en toda la extensión de la palabra–. Entre ese patrimonio brilla la obra de Gaudí, imán turístico como hay pocos, y algunos de sus museos.
Pero Barcelona tiene algunos brillantes desconocidos. Es el caso de su Museo Egipcio, una colección privada perteneciente a la Fundación Arqueológica Clos. A través de un millar de piezas únicas distribuidas en un espacio de más de dos mil metros cuadrados, este museo descubre al visitante muchos de los secretos del Antiguo Egipto.
El Museo Egipcio atesora –no hay palabra más adecuada– tumbas, momias, estelas, esculturas y piezas de joyería y cerámica. Además, posee una biblioteca que contiene más de 10.000 documentos históricos.
Esta espléndida colección de tesoros egipcios es fruto del amor; del amor que ha sentido durante toda su vida Jordi Clos por el arte y los secretos de la antigua civilización egipcia. Ese sentimiento tomó forma en la fundación que lleva su nombre y en este Museo Egipcio.
El proyecto sigue más vivo que nunca. De hecho, en 2011 se inauguró una Escuela de Egiptología, institución que está considerada como el centro privado más importante dedicado a estudios superiores de la civilización egipcia.
Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!
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