Sabor francés y vinos
La pizarra está viva, en ella ofrecen platos variados diariamente. Cuando fuimos, tuvimos la oportunidad de probar un paté de atún muy fino, donde se apreciaban pinceladas de anchoa, huevo, pimienta y almendras, y un suave rissotto con setas.
Y a veces elaboran nuevas tapas, ofreciendo al paladar diferentes variedades del pato, como el rilletes de pato, ideal para untar.
Los amantes del líquido rojo tendrán también aquí un buen lugar de encuentro pues también hacen catas de vino.
Hay que ir dispuesto a pagar por lo que comemos. Una tapa-plato cuesta 3 euros, aunque la experiencia para el paladar vale la pena. Para poner la guinda a nuestra comida tienen sorbetes, bizcochos caseros y otras delicias.
El lugar es recogidito, parece una pequeña casa de vinos con tintes mediterráneos. Y es curioso cómo los vecinos del barrio se refieren a este bar con diferentes apelativos: el Nuria, Nurita, el francés, el moraíto, el salaíto... Y todos son el mismo.
En definitiva, una cocina interesante para descubrir en más de una visita.
Bar soravito
* C/ Valparaíso, 13 (una bocacalle de Felipe II). De martes a sábado, de 12 a 16.30 y de 20.30 a 24 h. Tapas, desde 3 euros.