México puso en marcha el miércoles un telescopio gigante en la cima de un volcán inactivo en el centro del país que le permitirá adentrarse en los secretos del origen del Universo (visto en BBC Mundo).
El aparato fue inaugurado por el presidente mexicano Vicente Fox, quien aseguró que el telescopio "pondrá a México en la vanguardia en lo que respecta a la ciencia y la investigación".
Por su parte, José Guichard, director del Instituto Nacional de Astrofísica, dijo que "este telescopio (...) logrará que hagamos descubrimientos fundamentales sobre la formación y evolución de las galaxias, sobre la formación y evolución de las estrellas y sobre el origen mismo del Universo" .
El Gran Telescopio Milimétrico (GTM) requirió una inversión de 128 millones de dólares (unos 99 millones de euros), dos tercios de los cuales fueron aportados por el gobierno mexicano y el resto por Estados Unidos, el estado de Massachusetts y la universidad de Massachusetts, según datos oficiales.
La antena del telescopio es la más grande del mundo, con 50 metros de diámetro y 2.500 toneladas de peso, y detectará señales electromagnéticas en el espacio emitidas a 13.400 millones de años luz, cuando se formaron las primeras estrellas.
El telescopio está ubicado a 4.580 metros de altura en el volcán Sierra Negra del central estado de Puebla, vecino a la montaña más alta del país, el Pico de Orizaba.
El proyecto ha tardado más de una década en construirse pero es el telescopio más potente y grande en su tipo y abrirá una nueva ventana, de gran precisión, hacia el universo.
Se calcula que tendra una vida útil de 30 años y es la inversión científica más grande en un solo proyecto que haya hecho jamás el gobierno mexicano.
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