Entre el mar y la tierra
Sensación de frescor
La combinación del color blanco y las líneas rectas aportan una sensación de frescor que contrasta con la calidez que da la madera, utilizada para el parqué de los suelos y algunos muebles, como las sillas o los frontales del mobiliario de la cocina.
La vivienda cuenta con tres estancias muy diáfanas. La primera alberga los espacios destinados a salón, comedor, cocina y un estudio, que se separa del resto gracias a una gran puerta corredera.
Destaca en el salón la presencia de una estantería de obra y el sofá, de un color rojo intenso, que rompe el monocromatismo dominante y combina con una pared del espacio principal.
Los pequeños detalles del mobiliario proceden, en su mayoría, de Ikea, aunque también hay espacio para figuras de artesanía y complementos procedentes del reciclaje, como es el caso del espejo del dormitorio.