Un temporal de lluvia y fuertes vientos entra por Galicia y afectará al oeste de la Península
Un nuevo temporal con fuertes lluvias y vientos que, en el litoral atlántico podría producir rachas de hasta 120 kilómetros por hora, afecta a Galicia desde esta medianoche.
Este fenómeno meteorológico, que será especialmente intenso en las provincias de A Coruña y Pontevedra y que se prolongará hasta el próximo jueves, afectará a las zonas ya inundadas en octubre.
Se ha declarado nivel de alerta naranja por viento en mar con fuerza 8 a 9, mar de fondo con olas de cuatro y cinco metros y gruesa a muy gruesa en toda la zona costera de la comunidad gallega.
Las rachas de viento podrían alcanzar los 120 kilómetros a la hora en el eje atlántico y se podrán acumular puntualmente más de 60 litros por metro cuadrado en doce horas, entre las zonas comprendidas entre Fisterra y las Rías Baixas.
El jueves afectará a toda España
El temporal irá extendiéndose por todo el oeste de la Península, de manera que los siguientes afectados durante la jornada de hoy, tras la comunidad gallega serán Extremadura y el oeste de Castilla León y Andalucía.
Posteriormente, las lluvias y vientos fuerte llegarán a Asturias, La Rioja, Cantabria, e incluso las costas de Canarias.
La fuerza del viento remitirá a medida que el temporal se extienda por la Península, que el jueves registrará lluvias en casi todas las comunidades.
Debido a que las lluvias podrían afectar a zonas ya inundadas el pasado mes de octubre, Protección Civil ha avisado a los municipios de zonas de riesgo, así como a los organismos estatales y autonómicos y las empresas privadas, para que tomen las precauciones oportunas para garantizar la seguridad de bienes y personas.
El aviso de temporal, que también ha sido remitido a las autoridades marítimas y clubes náuticos, informa a la población de la importancia de seguir las medidas de autoprotección, evitando circular por zonas potencialmente inundables o anegadas; vigilar posibles desprendimientos de tierras y no acercarse a rompeolas o malecones en los que el mar pueda arrastrar a personas o vehículos, mientras dure el fenómeno.