El conflicto en la recogida de basuras se recrudece en la cuarta jornada de huelga indefinida
El conflicto laboral en el servicio de recogida de basuras de Granada, que cumple su cuarta jornada de huelga con más de 750 toneladas de residuos acumulados en las calles, se ha recrudecido después de que los trabajadores y la empresa concesionaria Inagra hayan dado por "rotas" las negociaciones sobre el convenio colectivo.
El último encuentro entre las partes ha durado "apenas 10 minutos" después de que el comité de empresa, presidido por CGT, haya abandonado la negociación por considerar que la empresa no está dispuesta a ceder en sus pretensiones, un gesto que la patronal interpreta como un "sinsentido".
En declaraciones a Europa Press, el presidente del comité, Eduardo Aragón (CGT), se ha mostrado convencido de que la empresa "quiere esta huelga", al mantener su postura en lo que a congelaciones salariales, alteración de descansos y ampliación de la jornada laboral se refiere.
Inagra lo niega y asegura que la última propuesta que se ha presentado mejora "sustancialmente" las condiciones inicialmente negociadas para la plantilla, compuesta por 540 trabajadores. No obstante, reconoce que la situación actual se hace "insostenible económicamente" y por ello ve "imprescindible moderar los costes a fin de asumir el ajuste económico realizado en todas las administraciones públicas".
Por otra parte, los trabajadores consideran que la decisión del Ayuntamiento de Granada de suspender las autorizaciones para la actividad en las zonas de mercadillo supone "una medida de presión social", toda vez que "no hay tanta basura acumulada" para esta resolución.
De hecho, el comité se ha mostrado dispuesto a ofrecer los "recursos humanos necesarios" para que la limpieza se desarrolle en estos espacios si la empresa les da los medios técnicos, de modo que los vendedores no se vean afectados por la huelga.
La plantilla, que está convocada este viernes a secundar una manifestación desde los Jardines del Triunfo hasta las puertas del Ayuntamiento de Granada, también critica el modo en que la empresa está aplicando los servicios mínimos, ya que a su entender "se está priorizando la limpieza en el centro" frente a los barrios periféricos.