Disfrutando del turismo activo en el centro de la península

Paseos en quad, caballo o incluso en globo. El centro peninsular ofrece un buen número de actividades para los que optan por vivir un año lleno de aventuras. Los destinos vacacionales se diversifican, tanto como la forma de disfrutar del tiempo de asueto. Siguen predominando los turistas que buscan un merecido descanso en sus días libres, aunque son cada vez más los que aparcan comodidades para disfrutar de unas vacaciones de infarto.

El libre fluir de la adrenalina dicen que engancha y por eso son cada vez más los destinos vacacionales que se especializan en sensaciones de vértigo. Las sierras de Guadarrama y Gredos amparan la práctica del denominado turismo activo, deportes y actividades que añaden emoción a los bucólicos paisajes.

El estómago se encoge ligeramente, los nervios se alteran de forma visible, el corazón se dispara a la par que una sensación desconocida, de cierta euforia, invade el cuerpo al despegar los pies del suelo. Son parte del abanico de sensaciones que puede experimentar el hombre al conquistar un medio tan ajeno como es el aire.

Para los que no padecen de vértigo ni de mal de altura, un paseo en globo aerostático es una experiencia inolvidable, más cercana a la sensación de volar en primera persona que la que se obtiene a bordo de un avión. En Madrid hay varias empresas que permiten emular los románticos viajes descritos por Julio Verne. No podrá surcar el mundo, aunque sí el cielo de las afueras de Madrid como una partícula más en el viento, disfrutando de vistas salpicadas de color.

Cualquier época del año es buena para disfrutar de un paseo en globo, incluso en invierno, época en la que paradójicamente se dan condiciones óptimas para un relajante paseo. Las mejores horas para volar son en las que el viento cae, es decir, al amanecer o al atardecer. Las luces del alba o crepusculares ofrecerán una visión distinta y mágica del paisaje madrileño.

La Sierra de Gredos es el gran bloque de la Sierra Central que se extiende entre Guadarrama y la Sierra de Gata, más de cien kilómetros de longitud entre San Martín de Valdeiglesias hasta las depresiones de la comarca de Béjar.

Su accidentado relieve, plagado de barrancos, gargantas, cuchillares y paredones, es el escenario ideal para los practicantes de descensos verticales. Por otra parte, la sierra cobija gran cantidad de animales, en total más de 200 vertebrados controlados que tienen en la cabra montesa su mamífero más representativo.

A la Sierra de Gredos le sobran atractivos para recorrerla. Será tarea del visitante determinar en qué medio prefiere hacerlo, ya sea en quad, a bordo de un 4x4 o a lomos de un corcel. Las zonas habilitadas para utilizar los medios de motor han sido diseñadas para que el uso no afecte a la naturaleza.

El parque regional del Alto Guadarrama, el límite natural de la Comunidad de Madrid que se extiende de Noreste a Sudeste, es una cadena montañosa idónea para el senderismo, dada su accesibilidad y la belleza de sus paisajes. Consta de tres zonas bien diferenciadas y que tienen como centro común el alto de las Guarramas, conocido también como La bola del mundo, una cumbre de 2.262 metros.

Para explorar el corazón de la sierra, varias empresas ofrecen servicios de guía adaptados a distintos niveles de dificultad y exigencia física. Ofertan desde visitas sencillas de una única jornada hasta rutas completas -con una duración total de seis días- para adentrarse en profundidad en la sierra. Los senderistas especializados adiestran a los participantes en técnicas de orientación y supervivencia: una aventura en comunión con la naturaleza en la que, además, se aprende a interpretar sus señales.