Valladolid

La Junta pone en marcha una campaña de seguridad de gas en hogares en colaboración con distribuidores e instaladores

Firma del protocolo
JCYL

La Consejería de Economía y Empleo pondrá en marcha una campaña de seguridad en instalaciones doméstica de gas en la Comunidad a través de distribuidores e instaladores con el fin de concienciar para que se realice un buen uso y mantenimiento de instalaciones y aparatos de gas, ya que el usuario es el responsable de su buen funcionamiento.

La iniciativa se llevará a cabo en colaboración con la Asociación Española del Gas (Sedigas), Gas Natural Castilla y León Repsol, Endesa Gas y la Federación de Instaladores de Fontanería, Saneamiento, Gas, Calefacción, Climatización, Electricidad, Mantenimiento y Afines de Castilla y León (Feincal), con cuyos responsables ha firmado un protocolo el director general de Industria e Innovación Tecnológica, Carlos Martín, con el fin de desarrollar esta labor informativa.

La campaña, que conlleva una inversión de 60.000 euros, supondrá la difusión de información que recoge consejos de seguridad dirigidos a los usuarios de gas, para recordarles cómo actuar en caso de fuga, las revisiones a las que deben estar sometidas estas instalaciones en prevención de accidentes y los teléfonos de interés en caso de necesitar cualquier información o servicio de asistencia técnica. En caso de incidencias, se recuerda al usuario que puede contactar con el teléfono 112 de emergencias de Castilla y León.

En concreto, la campaña se realizará a través de la distribución de folletos informativos. En total, se repartirán 500.000 dípticos, 500.0000 imanes y 800 carteles que recogen distintos consejos de seguridad e indicaciones de actuación en el caso de fuga de gas.

Estos consejos se entregarán aprovechando las inspecciones periódicas realizadas en los domicilios de los consumidores y también se harán visibles en carteles que se expondrán en distintos organismos como ayuntamientos, colegios, institutos, universidades, centros cívicos, oficinas de consumo, empresas, etcétera.

Consejos prácticos

Los imanes, dípticos y carteles de la campaña tienen por objeto difundir consejos como comprobar que la llama sea azul, estable, silenciosa y no amarilla, que los conductos de ventilación y salida de gases producidos por la combustión nunca deben ser tapados u obstruidas por ningún elemento y deben mantenerse limpios.

Por otra parte, se insiste en que en las instalaciones individuales se deben instalar calderas de circuito estanco, en no almacenar las botellas de gas en locales cerrados. La botella debe estar en un habitáculo aireado no hermético.

También se informa al usuario que en caso de olor a gas hay que cerrar los mandos de los aparatos y la llave general de paso, abrir puertas y ventanas para que la estancia o local quede bien ventilado, no producir llamas ni chispas, ni acciones interruptores, no llamar por teléfono dentro del recinto donde se percibe el olor, no fumar y no abrir la llave de paso hasta que un profesional haya reparado la instalación.

En Castilla y León se dispone de más de 470.000 puntos de suministro de gas, lo cual refleja un grado de penetración alto de estas energías, por lo que mantener la seguridad de las instalaciones que se utilizan es de vital importancia, han señalado fuentes de la Junta.

La campaña recuerda que el consumidor debe disponer del certificado de la inspección periódica de las instalaciones receptoras, de obligado cumplimiento, cada cinco años, por parte de la empresa distribuidora, y ésta se pondrá en contacto con el usuario con el fin de realizar la inspección periódica de las instalaciones receptoras. El consumidor por su parte debe conservar el certificado de inspección periódica que acredite su correcto estado.

En las instalaciones con botellas de butano y propano, el propietario o usuario es quien se pone en contacto con la empresa habilitada para realizar la revisión de la instalación, que debe realizarse también cada cinco años.

El usuario es responsable también de un mantenimiento periódico de las instalaciones y aparatos domésticos que funcionen a gas. En el caso de la caldera, este mantenimiento deberá hacerse una vez al año y en el caso del calentador de agua caliente cada cuatro años, en ambos casos a través de una empresa instaladora habilitada que podrá elegir el usuario.

Estos controles deben cumplir un doble objetivo, ser garantía de seguridad y de eficiencia energética. Así, la Junta ha señalado no sólo es necesario para garantizar la seguridad de las personas, sino que también ayudará a conseguir unos estándares de eficiencia energética altos, con más aprovechamiento de la energía y menos coste económico, prolongando, a su vez, la vida útil de los aparatos. La principal causa de los accidentes de gas está relacionada con el mal mantenimiento y uso de los aparatos, han señalado.