Barcelona

Julian Barnes navega por los ecos de la memoria en la novela 'El sentido de un final'

El escritor británico Julian Barnes.
EFE

El escritor británico Julian Barnes navega por los ecos de la memoria y la responsabilidad en su última novela El sentido de un final (Anagrama), donde el protagonista, Tony Webster, un feliz hombre de 60 años, redescubre escenas de su pasado y revisa su responsabilidad sobre éstos.

En rueda de prensa en La Pedrera de Barcelona, en el marco del ciclo Converses a La Pedrera, Barnes ha confesado que la historia nació a raíz de unas conversaciones con su hermano, filósofo especializado en Aristóteles, sobre la fiabilidad de la memoria y los recuerdos.

Barnes asegura que nuestra vida no es nuestra vida sino la historia que nos hemos explicado a nosotros mismos A través de la historia de Tony Webster, galardonada con el premio Man Booker, Barnes explora cómo las personas se explican a sí mismas a partir de sus propios recuerdos, que no siempre coinciden con la realidad.

No obstante, la vuelta de un acontecimiento trágico a la vida de Barnes —el suicidio de un amigo de la infancia—, que éste había sabido explicarse perfectamente en su momento, obliga al protagonista a revisar capítulos de su pasado y "la versión que se ha construido de él mismo".

"Un acontecimiento inesperado como el que vive Tony nos hace revisarlo todo", ha explicado el autor, que trata de significar que las responsabilidades de los actos no siempre son asumidas al momento, ya que el protagonista descubre mayor responsabilidad de la que él creía en este suicidio.

Cuando Tony, en su juventud, es informado del sucidio de Adrian, "todo está muy claro", pero más adelante su responsabilidad cambia y hace ver que un sencillo hecho puede tener consecuencias muy amplias.

Para recrear esta situación, el autor se ha basado en un "inteligente" amigo de la infancia, que se apellidaba Brilliant (brillante) y al que, pese a perder el contacto, Barnes había imaginado con una exitosa vida.

Al enterarse por un amigo de que se había suicidado, el autor se sintió "extraño" al haber estado pensando toda su vida en un hipotético éxito de Brilliant, mientras que este se había suicidado 20 años atrás.

La realidad tarda años en ser asumida

El autor ha asegurado que muchas novelas surgen de realidades sociológicas y políticas, pero que estos hechos tardan años en ser asumidos para ser novelados, no obstante ha apuntado: "Estoy seguro de que hay un par o tres novelistas que están preparando la gran novela sobre la independencia de Catalunya".

Precisamente, preguntado por el resultado electoral catalán, Barnes ha parafraseado a Gustave Flaubert, una cita que también aparece en la novela: "El mejor momento de la historia es cuando todo se colapsa porque significa que algo nuevo está a punto de suceder".

Barnes ha confesado en Barcelona: "a medida que me hago más mayor, desconfío cada vez más de los recuerdos y de la memoria, y la novela discurre de manera paralela a esa evolución".

El protagonista, señala el autor, piensa que recuerda su vida con toda exactitud, pero en realidad, como apunta Barnes, "nuestra vida no es nuestra vida sino la historia que nos hemos explicado a nosotros mismos".

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